- Capítulo 12 -

660 74 32
                                    

"Es parte de crecer"

Los goteos ambientaban la guarida, el agua tenue sonaba, los grillos cantaban y las luces neón del área brillaban cálidamente. Una tortuga de característica cinta azul tenía los brazos acogiendo su barbilla mientras sus ronquidos se escuchaban leves pero audibles en la mesa de la cocina.

Eran aproximadamente la una de la madrugada. El muchacho se había desvelado. Estuvo constantemente cuidando que Usagi durmiera bien, le traía vasos con agua y solo por breves momentos le hizo compañía, la suficiente que el conejo permitía. Tanto tiempo invertido en él, le olvidó darse un descanso, haciendo que después de un vaso con leche y una pizza lo hicieran caer rendido en la mesa.

El hermano mayor de la familia entró por casualidad a la cocina, pues había entrado previamente al baño. Al ver el pequeño cuerpo arrinconado en la mesa de su hermano menor lo hizo dar unos pasos de regreso para divisarlo mejor. Su espalda subía y bajaba lentamente por sus respiraciones. Se veía tranquilo y a la vez...no tanto.

Rafael suspiró mientras acomodaba su cuerpo en el arco de la entrada de la habitación mientras cruzaba sus brazos, acompañados de una sonrisa y una mirada entre preocupación y nostalgia. Leo pudo haber crecido en edad y tamaño, pero para su hermano, seguía siendo su hermanito menor.

Su sonrisa se fue borrando conforme más pensamientos llegaban a él.

Leo no podía engañarlo, Rafa sabía que no era muy bueno cuando de adivinar una situación se trataba, menos cuando en esa situación estaba Leo de por medio. Él era uno de los más complejos de leer a su parecer. Porque era impredecible. A diferencia de Donnie y Mikey, Leonardo tendía a mostrar una máscara cuando lo veía necesario para proteger algo más complejo de lo que quizás evitara hablar.

Un ojito se hizo visible para el de rojo. Su hermano había comenzado a despertar. Probablemente sus pisadas habían hecho un poco de ruido y eso lo despertó.

El de azul de frotó un poco un ojo con el puño derecho, mientras comenzaba a ver a sus alrededores. Al ver el reloj casi se levanta de un salto. Esto igual sobresaltó a Rafael y antes de que su hermano saliera corriendo de allí lo tomó de vuelta.

- Wow, wow, wow amigo. ¿A dónde crees que vas? Leo mírate esas ojeras. ¿Desde cuándo que estás ahí recostado?

- Perdón. Yo. Es que. - sus ojos aún se veían desubicados. Bueno, todo en él se veía así. El menor seguía tratando de dar punto y final a esa corta conversación y seguir hacia donde pretendía ir.

- Hey, debes sentarte. Si sigues gritando así vas a despertarlos a todos. Incluyendo a Usagi. - Regresó a su hermano a la silla

Ese nombre hizo que Leo se tensara un poco y se calmara después.

- Hey, lo entiendo.

- ¿En serio? Es decir...¿Qué tienes que entender?

El de rojo solo suspiró y se sentó al lado de su hermano.

- Creo que sientes algo por él. - dijo en bajo

Silencio absoluto.

- Wow, ¿ni si quiera vas a intentar negarlo? - sonrió cálidamente. Realmente esperaba una reacción más alterada.

- Tal vez... - dijo decaído y al parecer triste.

- ¿Tal vez vas a negarlo?, o ¿tal vez sientes algo por él? - su hermano solo frunció el ceño mientras lo veía. - Hermanito, creo que es la primera vez que veo que te alteres, arriesgues, molestes y te preocupes tanto por alguien que no seamos nosotros. ¿Qué tiene él de diferente?

Adolescentes enamorados [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora