Adolescentes enamorados [FINALIZADA]

- Capítulo 10 -

Por mi honor

Advertencia
Violencia y lágrimas :')
Agárrense que se viene fuerte

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El muchacho de tez blanca caminaba seguro hacia la puerta de salida. La verdad es que tenía muchas cosas en mente en ese momento tan fugaz. ¿Cómo rayos pasó de ser un pacífico camarero en un restaurante para Yokais y mutantes a pelear con un asqueroso acosador? Habían sido días muy locos sin duda.

Media vez quedó frente de la gran puerta de madera, puso su mano en ella y la empujó para entrar, oyendo más claros los gritos de emoción y ovación que pasos atrás se oían lejanos y secos. Muchos ojos se posaron en él, mientras el conejo de forma casi inconsciente buscaba con la mirada. Viendo a su derecha, logró hallar los rostros que buscaba, la familia Hamato y el señor Huesos.

Las miradas de todos eran disitintas. Desde Mikey hasta Rafael viéndose realmente positivos sobre todo,  Huesos viéndose lo más neutro posible, Splinter y Donnie viéndose confiados en el muchacho y por último Leo quién aplaudía al ritmo del público para apoyarlo pero su mirada seguía viéndose ligeramente contenida de preocupación.

- ¡Sean todos bienvenidos a la batalla del Nexo de esta noche!. ¡Tenemos sorpresas para traerles, por primera vez tendremos una pelea entre estos dos luchadores. Del lado contrincante,  un peleador de último momento, el relevo de nuestro ex campeón azul. Es audaz, es veloz, y para algunos visitantes de paso que han dado de qué hablar de él, ¡un bombón! Él essssss ¡Yuichiiiii Usaaaaagi! - presentó la yokai a cargo de la arena.

El mencionado solo frunció el ceño viendo ahora la puerta de donde saldría su enemigo mientras las pantallas lo enfocaban. Leo se mordió un poco el labio de la angustia y su padre fue quien lo calmó un poco poniendo su mano en su hombro.

- ¡Y ahora, del lado retador! El terror en tierra y cielo, el quiebra huesos y nuestro campeón actual. Él esssss ¡Douglaaaaaas Woooooofbug! - La ocasión por parte del público era de alta magnitud, seguro debía ser un peleador realmente fuerte. Al entrar, este mostraba sus músculos y hacía ruidos intimidantes. Al posar su mirada en Usagi solo guiñó un ojo y tronó su cuello en señal de estar listo.

Usagi solo pudo tragar un poco en seco de lo incómodo que comenzaba a sentirse y sus manos comenzaban a temblar un poco. Leo notó esto aún estando un poco lejos, y de verdad, de verdad que no estaba del todo contento de estar sentado siendo un espectador más.

- Leo, cálmate. Estoy seguro que todo saldrá a favor de Usagi. - su hermano menor interrumpió sonriendo un poco.

- No es que no confíe en él. Es que no confío en ese perro sarnoso...

- Todo va a estar bien. Después de esto verán como iremos a comer algo y nos reiremos de esto. - animó nuevamente el menor.

- Breve recordatorio de las reglas: No hay reglas. - Toda la familia Hamato volteó a ver a gran mamá desde sus asientos. Leo estaba a punto de irse de espaldas.

- Yo tengo algo que decir, Gran mamá, si me lo permite mi señora. - sorprendentemente el perro habló. - Sí me permite sugerir una única regla: "no matar a nuestro contrincante". Verá, ese lindo conejito es mi futuro premio, no quiero tener que estropear tanto su bello rostro.