- Capítulo 5.1 -

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-Capítulo corto - especial navideño -
🎄

Leonardo y Usagi seguían de techo en techo hablando y compartiendo un rato agradable, había sido un día bastante extraño con eso del perro yokai y la amenaza. Pero por un breve momento, eso se les olvidó.

- Ya, ya, ya pero en serio. - trató de recuperar el aliento el de azul después de un buen rato riéndose. - ¿estás diciéndome que llevas casi un año entero de vivir en Nueva York, trabajando en un restaurante, ¿y nunca has probado la pizza?. - hizo un gesto entre gracioso y extrañado.

- Jajajaja, bueno...nunca me pareció tan interesante. ¿Por qué te gusta tanto? - se detuvo y se sentó a la orilla del techo, ya habían pasado unos cuarenta minutos desde que habían salido a tomar aire, estaba un poco cansado.

Leonardo hizo una cara de sentido, como si le hubieran herido en lo más profundos.

- ¡Tener una sola razón para amar la pizza es imposible! Tendríamos que hablar todo un día para que la aprecies. Peeeeeero - alargó mientras se sentaba al lado de él, algo lejos pero tampoco tanto. - puedo hacerte probar una rebanada para que comprendas de lo que te has perdido Ewsagi.

- Vaaaya. Estábamos fortaleciendo la conversación y lo arruinaste. - hizo una mueca pero le siguió el juego después sonriendo y con los ojos cerrados. - si que eres un Legocéntrico.

- ¡Ooooye!

- Tú empezaste - lo dejó atrás un poco mientras colocaba sus manos en su nuca. Leo nuevamente se quedó detrás de él, viendo un momento sus orejas, rayos...desde que lo conoció pensó que esas orejas eran...de verdad bonitas. Era un cumplido genuino que quería hacerle al de blanco...pero...¿No era raro? Es decir...siempre dice lo que piensa sin dudar...pero...¿Qué frenaba a Leo a decir un cumplido simple?.

- Leo.

Este volvió a poner atención. Rayos...se había distraído y Usagi lo había notado.

- E-este, si, ¿dime?.

- Amigo, miras demasiado mis orejas. Me cayó caca de ave o algo parecido? - comenzó este a tratar de examinarse las orejas. - me pasan a menudo cosas así jaja así que no seas cruel y dime si me cayó algo.

A Leo le resultó bastante tierno. Fue la gota que rebasó el vaso y finalmente lo soltó.

- No, viejo, no. No te cayó nada, tus orejas se ven realmente lindas de hecho. - y listo, quería que se lo tragara el agua de alcantarilla.

Usagi soltó sus manos de sus orejas y se quedó ligeramente congelado mientras veía a su compañero algo sorprendido mientras fruncía el ceño un poco extrañado. Y ahí fue cuando Leo se arrepintió pensando que Usagi se había molestado, su expresión lo hacía verse así

- Eh- no, ¡quiero decir!...están bien, tanto como para llamarlas lindas, o bueno- se ve que las cuidas bien, así que son bas-bastante agradables de ver. - pobre Leonardo, se había enredado demasiado que su nerviosismo y pánico eran demasiado notables.

- Ugh...- soltó un suspiro, ocultar su nerviosismo nunca era fácil, en la situación que fuera. Leo siempre era obvio, todo su rostro era un libro abierto.

Yuichi sólo podía verlo avergonzado, y sus mejillas igualmente se habían teñido de un ligero rosa también. La verdad también se sentía algo avergonzado, no acostumbraba ese tipo de comentarios. Y cuando los tenía eran más bien porque siempre lo tachaban como alguien muy femenino, era por ello que ese tipo de comentarios le molestaban un poco...pero por alguna razón...sentía que Leo no intentó ofenderlo, y eso era lo que más lo avergonzaba, no sabía cómo tomarlo.

Adolescentes enamorados [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora