Hicca y Chimuelo volaban entre las nubes después de haber escapado de la furia del jefe de los Gamberros Peludos. La castaña apretó sus puños con un enfado notorio recordando las palabtras de su padre una y otra vez en su cabeza.
¿Después de tantos años todavía no confiaba en ella?
No aguantando más gritó agitando sus manos a la nada en específico dejando salir toda su ira. Una vez estuvo satisfecha terminó acostándose sobre el lomo de su pareja apreciando el cielo arriba suyo.
-¿Estás bien, renacuajo?- Chimuelo preguntó ciertamente preocupado por la sanidad de su novia.
-Si, estoy bien. No te preocupes, amigo.- colocó su mano en la escamosa piel y la acarició con cariño.- No voy a permitir que te pase nada.- esbozó una ligera sonrisa sin ser consciente de lo que pasaba a sus alrededores.- Lo prometo.
Justo en ese momento Chimuelo giró su cabeza y vió una figura asomarse entre las nubes. Gruñó a lo bajo quedándose en silencio.
Sabía muy bien que no era Estoico, pues era imposible que alguien los hubiera alcanzado así de rápido.
-¡No lo puedo creer, papá! ¿En serio?- Hicca se levantó esperando encontrar a su padre para que la recibiera con un nuevo regaño; pero grande fue su sorpresa cuando se encontró con un misterioso jinete con una máscara azul y armadura de aspecto salvaje.
También notó curiosa como en sus manos sostenía una especie de bastón y con ello lo movió haciéndolo desaparecer.
-Bien, no hagas movimientos bruscos...- le pidió a su dragón buscando ambos al jinete.
Los dos se detuvieron en seco cuando un dragón gigante apareció delante de ellos de entre las nubes. El dragón parecía ser unos cuantos metros más grande que Chimuelo y poseía la cabeza de un búho junto a dos pares de alas, literalmente.
Hicca los miró fijamente y Chimuelo gruñó a lo bajo sintiendo la amenaza. El jinete los observaba detenidamente y señalaba con su bastón a la pareja.
-Resiste. Resiste.- le dijo a su dragón al sentir como la corriente de aire comenzó a empujarlos debido a la fuerza de las alas contrarias.
-Solo dá la órden y acabamos con ambos.- mencionó el dragón gigante.
-¡Oye, podemos escucharte!- reclamó Chimuelo molesto listo para lanzarse al ataque.
Sin embargo, ambos escucharon una especie de chillido ocasionando que volteen hacia atrás. Un dragón se acercó a toda velocidad y tomó a Hicca de los hombros separándose de Chimuelo.
-¡HICCA!
-¡CHIMUELO!- gritó mirando a su dragón que había comenzado a seguirla; eso hasta que fue derrumbado por otro perdiendo el equilibrio y desajustando su cola haciendo que caiga al mar congelado.
Regresó a la superficie como pudo y trató de volver a volar, pero sin su jinete le era casi imposible seguirla.
-¡HICCA!
-¡KRESTON!- escuchó el grito a la distancia haciéndolo enfadar más y sin notar las alas que salieron del agua y lo atraparon por completo logrando hundirlo nuevamente y dejando el casco de su novia flotando en la superficie.
Hicca por su parte trataba de mantener su agarre en el dragón sintiendo como la sacudían como un muñeco y observó al jinete preocupada.
-¡Oye, dejaste a mi dragón! ¡Está herido y no puede volar sin mí!- sus gritos fueron completamente ignorados por el jinete quien no despegaba la vista de frente suyo.
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How to Fly with the Dragons
FanfictionHan pasado cinco años desde que ella regresó a Berk. Cinco años desde que vikingos y dragones comenzaron a convivir. Cinco años desde que la guerra había finalmente finalizado. Pero eso no iba a durar, pues Hicca y Chimuelo ahora tendrán que enfrent...