Lazos Rotos [EunHae]

XXXVII.

Despertar fue como un sueño para DongHae al ver a su lado a HyukJae, una leve sonrisa apareció en su rostro. En todos esos años, no imagino volver a estar con HyukJae.

Diez años...
Era mucho tiempo, por la culpa de terceros no pudieron seguir con la vida que tenían, no pudieron compartir la alegría de tener a los gemelos, HyukJae también se había perdido muchas cosas en las vidas de sus hijos.

Pero eso no importaba ya, lo importante en ese momento es el ahora, el presente dónde se encontraban ellos dos juntos criando y amando a sus hijos como debido ser desde el principio.

Con cuidado se levantó de la cama, sintiendo la molestia en su cadera provocado por la noche anterior. Se dirigió al baño y lleno la bañera, necesitaba un relajante baño.

***

HyukJae despertó solo en la cama, su corazón se detuvo un momento ante el pensamiento de ser dejado por DongHae. Se levanto rápidamente poniéndose un bóxer y un pantalón deportivo.

No podía perderlos de nuevo...

Cuando bajo el último peldaño escucho risas en la cocina, se acercó y miró desde el marco de la puerta a SunHee y Heeseok que estaban entretenidos haciendo una mezcla mientras DongHae les daba las indicaciones.

Su pecho se calentó, esa es su familia. La familia que debieron ser hace diez años.

— Hey —Saludo entrando a la cocina, el pasado ya no importaba.

Ellos eran su presente, y su futuro. Se acerco y beso a sus hijos en la cabeza, se acercó a Hae y lo abrazo.

— Desperté solo —Se quejó.

— Trate de despertarte pero duermes como roca —Se excuso con una sonrisa — Entonces a los niños se les ocurrió hacerte el desayuno —Comento.

— Genial...porque muero de hambre —Sonrió —, iré a ducharme rápido y vengo para ayudar —

— Bueno —.

***

Después de 45 minutos, ya se encontraban sentados en la mesa, los pancakes hecho por los gemelos se encontraban en cada plato.

— Buen provecho —DongHae les sonrió.

HyukJae observaba a su familia, le encantaba esa imagen. Adoraba ver a sus hijos y a su sunshine sonriendo y riendo. Atesoraria ese día siempre, su primer día como una familia de verdad.

Los niños habían sido los primeros en levantarse de la mesa dejando a los adultos solos. DongHae apilo los platos frente a él y lo miro.

— Has estado extrañamente callado —Comentó. —...quizá sea confuso y extraño ahora que estos aquí...—

— No es eso —Respondió interrumpiendo sus palabras, tomo la mano de Hae y acaricio suavemente su dorso —, estaba demasiado feliz...quería guardar sus sonrisas en mi mente, quiero mantener cada segundo que pasamos juntos —

— Eres tan cursi —DongHae murmuro, su corazón latia más rápido y sus ojos se cristalizaron un poco ante sus hermosas palabras.

— Solo por ustedes, sunshine —

Ambos rieron, se levantaron. Lavaron y ordenaron la cocina-comedor. El silencio reinaba en ese momento, pero no era incómodo, era un silencio tranquilo.

Cada uno en su mente, sintiéndose en un sueño. Pero luego sus miradas se encontraban, sus manos se rozaban y se daban cuenta que no era un sueño.

***...***

Cuatro meses después....

Su vida como familia se había acoplado muy bien, bueno, habían una que otra cosa que ponían a prueba su paciencia. Pero podían solucionarlo.

— Cariño —HyukJae entró a la habitación —...no olvides que hoy tenemos cena con Heenim —

— No lo olvidare —El menor se acercó y apartó las manos de Hyuk de su cuello. Le hizo el nudo en la corbata — me lo has recordado toda la semana —Añadió con diversión.

— Perdona, me siento nervioso...es la primera vez que lo veremos después de todo lo que ha pasado —Respondió.

— Sé que ya esta mejor, poco a poco a ido pasando página. —DongHae beso sus labios — te amo —

— Te amo más, mi sunshine —Murmuro abrazando su cintura. Sus manos acariciaron su cadera y fueron bajando poco a poco.

— ¿Qué haces, eh? —DongHae pregunto divertido.

— Mmmm...¿y si mejor me quedo? —Pregunto, tomando su trasero y lo apretó sacando un pequeño gemido de parte del castaño. — las aburridas reuniones pueden esperar —

DongHae se río, ambos cayeron a la cama. Sus labios se encontraron y las manos de ambos no se quedaron quietos, metiéndose debajo de la ropa.

Unos aplausos les hicieron detenerse, se separaron y miraron a la persona que acababa de llegar. La risa desquiciada les hizo sentir escalofríos.

HyukJae se puso delante de Hae.

— ¿Creían que se habían liberado de mi? —Se mofo Serena, rodo los ojos — ¿¡creen que voy a dejarlos ser felices, eh!? —

— Serena...baja el arma —Pidió DongHae.

— ¡Cállate estúpido! —

— Serena, Serena...es conmigo que estas enojada...deja a DongHae fuera de todo esto —

— ¿¡Dejarlo fuera!? Jamás...ese idiota es el culpable de todo ¡de todo! —Dijo histérica — ¡yo debía ser...siempre yo...solo yo! —

DongHae sentía su corazón acelerado, temiendo que le hiciera daño de nuevo. Instintivamente llevo su mano a su abdomen, pero temía más por esa pequeña vida que apenas empezaba a crecer dentro de él.