CAPÍTULO IX

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El pelinegro se fue sin más, dejándome sola, era algo vergonzoso para mi, pues nadie me había rechazado alguna vez. Claro, no es como si hubiera tenido una docena de novios a mis dieciocho años. Pero Jungkook nunca me había rechazado, esto me dio a entender que el pelinegro ya no sentía nada en particular hacía mi, y por ende debía dejarlo en paz y dejarlo hacer lo que se le antoje.

Otoño había llegado, y yo me sumergí en una tristeza extrema, no podía continuar así, tenía que buscar algo en lo que distraerme. Ya que todo el día pensaba en Jungkook, ¿ilógico, no?, después de que el pelinegro me insistió incontables veces que debería de dejar al estúpido de su hermano, nunca escuche sus palabras, y ahora lo estaba lamentando. Jungkook aparentemente era feliz con su chica, y Noah...realmente no se nada de él, en ocasiones lo veo por los pasillos rodeado por sus amigos y en ocasiones con diferentes chicas. A tal punto de mi vida no me interesaba si el tenía nueva novia o no, al fin pude entender que mi dependencia emocional no era por el, sino por Jungkook, siempre fue así, y lamentablemente me di cuenta demasiado tarde.

Mientras buscaba en mi celular algo para ponerme distraer, vi una publicación de una tienda de conveniencia muy cerca de mi casa, en la cual mencionaban que buscaban un o una empleada de medio tiempo. Lo pensé un poco, y creo que sería una buena idea, así mi mente estaría ocupada y no tendría el tiempo de pensar tanto en el pelinegro. Apareció una ligera sonrisa en mi rosto  pues no me gustaba estar triste.

Llamé a mi madre, pero como siempre no me respondió, trabajaba mucho para darme una buena vida, lo entendía, pero no pasaba tiempo con ella  y por ende no podía contarle mis fracasos amorosos, ni tampoco tenía alguien que me consolara cuando estaba triste.

[...]


Saqué mi celular para comprobar si era la misma tienda que había visto en internet, pues era muy distraída y podía equivocarme de lugar.


Abrí la puerta haciendo sonar una campanita que se encontraba arriba de la puerta. Una señora mayor  específicamente como de unos sesenta años que se encontraba en el mostrador volteó a mirarme en cuanto puse un pide dentro de la tienda y me mostró una sonrisa sincera.


-Hola señorita, ¿en que puedo ayudarle?-. Dijo mostrando una sonrisa de oreja a oreja.

-Hola, mucho gusto señora, me llamo Madison y vine por el trabajo de medio tiempo, vi en una pub que necesitaban un empleado de medio tiempo-. Dije mostrandole mi celular con la publicación en la pantalla.


-Oh, si si, claro, no esperaba que nadie viniera, mi nieto se encargó de subir esa publicación, pero que bueno que estas aquí, tienes el trabajo, puedes empezar cuando quieras-. Dijo la señora.


-¿Qué?, ¿asi nada más?-. Dije incrédula, me parecía muy precipitado, estaba feliz, pero pensé que la señora me preguntaría algo más antes de darme el empleo.


¿Pasa algo?, pensé que quería el trabajo señorita-. Dijo la señora algo desconcertada


-No me malinterprete, solo pensé que me preguntaría algo más, pero si quiero el empleo, realmente lo necesito-. Dije asintiendo con la cabeza innumerables veces con una media sonrisa en mi rostro. -Puedo comenzar inmediatamente, si gusta-.


La señora me comenzó a explicar como funcionaba la tienda, me dijo donde podía ver el precio de todos los productos, y todo lo que necesitaba.


Without You ||JK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora