Capítulo V

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PRESENTE


No me sentía cómoda durmiendo con Noah, pues toda la noche no dejo el maldito celular, no se con quién hablaba, pero me estaba sintiendo mal, claro, no soy una santa ni mucho menos para decir eso ya que yo lo estaba engañando con su hermano. Sin embargo tenía la ligera curiosidad de saber quién era esa persona que lo tenía sonriendo a la pantalla durante toda la noche. Prendí la lámpara de la mesita de noche que se encontraba a lado de la cama.

Los frenos de un vehículo se escucharon de la calle, así que fui directo a la ventana y para mi sorpresa vi a la tonta chica rubia que estaba saliendo con Jungkook, maldije silenciosamente, que tenía que hacer esa chica a estas horas de las noche. Decidida a regresar a la cama, di media vuelta y Noah estaba de pie atrás de mi, solté un chillido pues el hace un momento estaba durmiendo o eso parecía.

-¿Qué ves?-. Dijo con ojos somnolientos.

-¿Qué te pasa?-. - Dije con enfado. -La novia de tú hermano está afuera-. Quise quitarle relevancia a mis palabras, pero en el fondo me moría de celos.

-Ah si, a veces se queda a dormir en casa, no entiendo que le vio a Kook pero bueno-. Dijo con sorna.

El despreció que Noah le tiene a su hermano es increíble, la manera en la que lo humilla cuando este está rodeado de personas hace que me enfurezca, en cambio no hago nada para detenerlo, simplemente no hago nada y odio eso, a este punto de mi vida no comprendo mis sentimientos, es decir, quiero demasiado a Noah, pero parece como si estuviera más enamorada de Jungkook que de nadie, con sólo el echo de buscarlo en la escuela solo para verlo, e ir a su casa simulando que voy a ver a su hermano. Pero eso ya no pasará, Jungkook ahora tiene a alguien, y por tanto que quisiera ir en este mismo momento a su habitación y recostarme a lado de el, con la única intención de dormir abrazada a el me matan, pero no puedo ser egoísta.


-Voy por un vaso de agua-. Dije cambiando drasticamente de tema, no quería estar en estos momentos con Noah me sentía sofocada, claro que soy consciente del porqué me siento así. Busque la sección de vasos en cada puerta de la alacena, pues no sabía dónde se encontraban, con mi mano en la jaladera de una de las puertas dispuesta a abrirla, sin embargo antes de que esta fuera abierta alce mi mirada y permanecí inmóvil viendo como la chica rubia pasaba de largo y detrás de ella Jungkook.


El pelinegro me vio y automáticamente como si estuviera tomando venganza jalo a la chica de la muñeca y la beso descontroladamente. Era un echo ya no formaba parte de la vida de Jungkook y probablemente ahora sólo me veía como la ordinaria novia de su hermano.


Jungkook y la rubia subieron a la habitación del primero, ¿ira? Por supuesto que si, esa chica no me daba buena espina además, tenía que hacer algo, no puedo permitir que estén solos en una misma habitación, se que dije que no iba a ser egoísta, pero es imposible. Pensé un poco en que podría hacer, sinceramente no sé me ocurrió un plan adecuado, recordé que minutos antes estaba en busca de un vaso, es un plan absurdo pero en único en mente por ahora.


Subí los peldaños de dos en dos, me dirigí a la habitación de Jungkook y toqué continuamente la puerta esperando a que esta fuera abierta. Unos segundos después Jungkook estaba mirándome, me quedé absorta viendo cada centímetro de su rostro. Sin embargo no me podía distraer.


-Ammm... Jungkook, ¿puedes bajar un momento?, no encuentro los vasos y Noah esta dormido, no quisiera despertarlo-. Dije nerviosa.


Jungkook hizo un gesto de molestia, me rompió un poco el corazón, pero es comprensible.

[.....]


Jungkook me pasó un vaso, se dio vuelta preparado para irse, lo agarré de la muñeca y quedó estático


-Jung, ¿por qué haces esto?-. Dije con un tono de voz triste, y es que en realidad si estaba triste estaba odiando esta faceta de Jungkook.

Copió mi gesto y me tomó del brazo, me sacó de la cocina, no se a donde me llevaba pero tampoco me importaba.


No podía vislumbrar donde estábamos, pero el olor de libros viejos me hizo pensar que estábamos en un despacho, probablemente el de su padre.


-Mady, está es la última vez que te preguntó, ¿Yo o mi hermano?-. Dijo empujándome a la puerta haciendo que esta se cerrará. No podía ver absolutamente nada, pero su tono de voz hizo que diera un respingo. Juro que Jungkook no era así antes. A donde se fue ese chico lindo y tímido que no hablaba con nadie.


-Jung, no me hagas esto, sabes como están las cosas con Noah-. Dije pues no tenía ni idea de lo que Jungkook sabía al respecto.


-Si te gusta sufrir bien, esto se termina aquí, ahora hazte un lado que me están esperando.- Dijo cabreado. Me quité rápidamente y este salio a toda velocidad.


A que se habrá referido cuándo dijo que si me gusta sufrir, probablemente sabe algo de Noah de lo que no estoy enterada, se que Noah anda muy distante últimamente, no dudo que en algún momento venga alguien a decirme que Noah me está siendo infiel, ya que lo conozco perfectamente. En una ocasión mientras nos dirigíamos al cine, lo dejé un momento ya que tenía que entrar al baño a retocarme el maquillaje, y en cuanto salí se encontraba hablando con una chica, me acerqué y este se puso muy pero muy nervioso. ¿Debería terminar con el? Por supuesto que sí, pero soy demasiado tonta para hacerlo.


[.....]

Durante los próximos días el pelinegro no me volvió a dirigir la palabra ni a mirar. En el colegio pasaba de largo y cuando iba a su casa parecía como si no existiera para el.


- Te amo pero estás muy tonta-. Dijo mi amiga Karla después de que le conté lo que me dijo Jungkook sobre mi estúpido novio, por supuesto en ningún momento le dije que el fue el que me lo dijo, no quería que nadie supiera sobre la secreta relación que llegué a tener con el pelinegro.



-Lo se, pero necesito pruebas para poder terminar definitivamente con el-. Dije cabizbaja mientras caminábamos hacia las gradas.



- ¿Necesitas pruebas?, es un idiota, no necesitas pruebas, no seas ilusa-. Dijo molesta.



Justo en ese momento llegó Noah, en ocasiones se comportaba muy lindo conmigo que era imposible para mí pensar que existía una posibilidad de que este me estuviera engañando, como en ese momento que llegó con una sonrisa de oreja a oreja, puso sus manos en mis mejillas para profundizar un casto beso, pero muy tierno a mi parecer.

[...]

Without You ||JK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora