CAPÍTULO XI

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Después de unos cuantos regaños y reclamos por parte de la directora salí  del colegio pues me suspendieron dos días por culpa de mi irresponsabilidad según la directora y cómo un castigo para que aprenda que la puntualidades es importante. Podría irme al trabajo inmediatamente para reponer las horas en las que llegué tarde la vez pasada. Sin embargo no lo hice y me fui directo a casa de Jungkook, pues estaba preocupada por su estado de salud, ya había escuchado antes por parte de Noah qué se ponía un poco agresivo, sin embargo yo nunca estuve ahí para comprobarlo.

A tan solo unos metros estaba el lugar de mi destino, trate de armar un plan rápidamente para que Jungkook no se diera cuenta de que me encontraba en su casa sin ser invitada. Por supuesto,  recordé la llave qué siempre dejaban afuera por cualquier emergencia, pero al momento de buscarla en el lugar dónde la mantenían escondida ya no estaba. Está más que claro que la quitaron por mi.

Buscando otra alternativa para poder entrar, observe la casa desde distintos ángulos, podría meterme por alguna ventana, solo esperaba que alguna de estas estuviera abierta, probé con dos ventanas qué se encontraban a los lados de la puerta pero estaban cerradas, así que me dirigí por el jardín a la parte trasera de la casa y ¡BINGO!, había una ventana levemente abierta, la alcance e hice mi mayor esfuerzo para empujarla, porque claramente por ese pequeño hueco no hubiera entrado.

Tarde un par de minutos para poder entrar pero ya estaba dentro, me sentía orgullosa de mis habilidades. Bueno, ahora a lo que venía,  la casa estaba en completo silencio, subí las escaleras silenciosamente también, estaba a poca distancia de la recámara de Jungkook, pegue mi oreja a la puerta, agudicé mi oído lo más posible, pero al igual que el resto de la casa estaba en completo silencio. Hasta que se abrió la puerta del baño, lo único qué se me ocurrió fue correr rápidamente a la recamara de Noah y esconderme ahí, por nada del mundo Jungkook podía saber que me encontraba en su casa.

La madera del suelo crujio y me maldije internamente, ni eso podía hacer bien, mi instinto me dijo que alguien se estaba acercado a la habitación así que se me ocurrió esconderme en el armario de Noah, soy increíble, es el mejor escondite qué pude haber elegido. Y cómo lo sospeché, Jungkook había entrado a la habitación, pero al parecer se fue de inmediato porque la puerta fue cerrada a tan solo segundos. Respiré hondo y salí de puntillas del armario con la intención de salir de la habitación, mi mano tomó la manija de la puerta y la abrí tan solo un poco para ver si era seguro salir. Una mano se posó en la puerta por encima de mi cabeza, había sido descubierta, "maldición", cerré mis ojos y lentamente di media vuelta mirando a la persona que tanto quería ver,  pero no en esta situación.

-Jungkook, te puedo explicar-. Dije mientras bajaba la mirada.

-¿Así que ahora te dedicas a entrar a casas ajenas?- Dijo con un tono burlesco.

-Jung, yo sólo quería ver cómo estabas, no quería entrar así, pero no quieres verme y lo único que se me ocurrió fue entrar a escondidas, pero no te preocupes, no volverá a suceder, así que ya me voy.- Dije dando media vuelta de nuevo para abrir la puerta e irme del lugar.

Sin embargo Jungkook volvió a cerrar la puerta y yo quedé atrapada en esa habitación junto a él,  si fuera otra situación me sentiría cómoda a su lado, sin embargo ahora estaba tan nerviosa qué no sabía que hacer.

-¿Entras a mi casa y te quieres ir como si nada?, cómo puedes ver estoy perfectamente bien, puedo decir que mejor que cuando estaba contigo, ¿sabes?, he pensado que tú eras la que me hacía daño, pero afortunadamente eso ya no sucederá-. Sentí mis mejillas húmedas, Jungkook se había vuelto una persona fría, y creo que yo tengo la culpa de todo esto.

-Perdón Jungkook, ya te pedí miles de disculpas, quieres culparme a mi de todo y que yo sea la qué cargué con todo este peso, pero tú también me lastimaste, se que tienes a tú novia y que la amas más que a nadie, pero ten un poco de empatía-. Dije mientras sollozaba, me sentía tan patética al llorar en frente de él, pero fue algo que no pude controlar.

Jungkook quedó en silencio un par de segundos, realmente no esperaba una respuesta por parte de él, así que ahora si, sin interrupciones salí de la habitación mientras limpiaba con el dorso de mi mano mis mejillas. Mi pie ya se encontraba en el primer escalón dispuesta a bajar, hasta que me detuve abruptamente, pues Jungkook por fin dijo algo, deseaba qué nuestros problemas se arreglaran y por lo menos ser amigos.

-Oye..-. Dijo, no quise voltear, pues se que si lo veía me rompería más, y no quiero que el me vea en este estado cuando yo siempre he demostrado ser una persona fuerte.

-¿Estás saliendo con el chico nuevo?-. Realmente una pregunta que no esperaba, pero no le daría el lujo de saber que únicamente eramos amigos.

No dije nada y baje las escaleras inmediatamente.




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Without You ||JK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora