70.

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— Mijito, come más. — Le sirvió más carnitas de cerdo.

— No, no. Muchas gracias, pero ya es suficiente. — El argentino estaba a nada de reventar, le habían dado de comer cada guisado que había.

— Que sí, estás muy flaquito. — le dió diez tortillas. — te haces taquitos.

La señora se alejó y Messi volteó a ver a Memo con una mirada de ayuda.

Memo entendió y rápidamente cambio sus platos, pues él ya había acabado. — ¡Oh! Que rápido acabaste, mi mamoncito.

Lionel le sonrió, estaba feliz ahí, lo iba admitir para sí mismo. Él mismo sabía que los ojitos le brillan bien bonito al estar cerca de ese naco... SU naco.

《 ¡Nac🍓! 》 「MECHOA」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora