Llevaba ya seis panes (PANES, PANES. SÉ COMO SON), ¿Pero podían culparlo? Jamás los había probado pero ese sabor dulce de las "conchas" era lo mejor aunque el nombre (para él siendo argentino) era sumamente gracioso.
Tan pronto termino con el sexto pan, alzó la mirada y tenía varias miradas sobre él.
— Vaya, eres de buen comer, hijo. — La abuelita de memo sido demasiado amable desde que entraron a la casa, además de que evitó que la demás familia comenzara hacer preguntas, lo cual Messi agradeció profundamente.
— Es que está muy rica. — Tomó otro sorbo del café.
— ¿Te puedo hacer trencitas? Es que tienes el cabello como niña. — Una niña que seguramente no pasaba de los seis años se acercó peligrosamente con set de liguitas de colores y un peine de muñecas.
— Y según yo lo corte... — Memo interrumpió a Andrés.
— Si lo hubieras visto antes, creeme que hubiese Sido mejor, lo tenía más largo y bonito. — Se cruzó de brazos. — Por cierto, es mi sobrina.
— Hola y respondiendo a tu pregunta, mejor jugamos con otra cosa que no sea mi cabello. — La niña se fue corriendo dejando al argentino bastante confundido.
— Ahorita vuelve. — Tocaron el timbre y Guillermo fue a abrir.
Para sorpresa de todos era Ana, la que estaba a unas horas de casarse. Al ver a Messi, esta ignoró a todo y fue directo hacía el argentino, el cual se paró de la silla para saludarla.
— Con que tú eres el fifi. — Messi nuevamente ladeó la cabeza tratando de entender el nuevo apodo. Ya estaba acostumbrado al de "fresita" y "mamón", nunca los entendió en su totalidad, pero ahora uno nuevo era un verdadero tormento. — A lo que me refiero que eres el riquillo mamón del que mi hermano se enamoró.
— Ahhhhh, sí, sí, soy ese. No preguntaste mi nombre pero es Lionel Andrés Messi, mucho gusto... Tú debes ser Ana. — Le extendió la mano a la chica.
— ¿Valoras todo lo que ese tarado hace por ti al menos? — Ana se cruzó de brazos.
— ¡Ey! Tampoco seas tan metiche.— Memo se puso en medio de ambos.
— Supongo que tengo cierto derecho de preguntar porque yo soy la que lidia contigo cada que él te hace sentir mal. — sabía que era una sobreprotectora de mierda, pero necesitaba cuidar ese corazón tan sensible y enamoradiso que tenía su hermano.
Messi estaba apunto de contestar cuando su teléfono comenzó a sonar y al escuchar detenidamente el tono de la llamada, trago seco. Verán, sus padres solo lo llamaban para dos cosas; la primera era para decirle que ya le depositaron el dinero del mes y la segunda, era para avisar que estaban en México... La llamada del depósito había Sido hace apenas unos días...
— ora, mamón. ¿Qué te pasa? — Notó como Messi comenzó a ponerse pálido.
— creo que sí me pasé con él. ¡Ama, traigale un bolillo al chamaco! — Le comenzó a disque echar aire al argentino con las manos.
Cuando Lionel reaccionó salió rápidamente de la casa a contestar la llamada.
— ¿Aló?— Como sino supiera quién era.
— Hola, hijo. Tu padre y yo vamos camino al departamento, ¿Podrías avisar para que nos abran el estacionamiento? — Su madre estaba al otro lado de la línea.
— Mamá, lo que pasa es que... No estoy en la ciudad. — Tenía que ser directo con su madre.
— ¿Disculpa? — La voz femenina empezaba a sonar molesta.
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《 ¡Nac🍓! 》 「MECHOA」
FanfictionDónde un memo naco y un Messi fresita se enamoran. 📌Capítulos cortos (de verdad muy cortos, no pasan de 300 palabras) 📌 NO ESTOY DE ACUERDO EN QUE SE USE LA PALABRA "NACO/A" PARA DENIGRAR A UNA PERSONA. ESTO ES HUMOR, TÓMALO COMO TAL¡! 📍 iniciad...