- ¡Aahhhh! ¡Sí, sí, sí!
Los gritos de Neville Longbottom podían escucharse desde cualquier rincón de Hogwarts. El omega estaba pletórico de alegría, ¿la razón?; desde que comenzó su plan express para eliminar varios kilos de su rellenito cuerpo hacía solamente 2 semanas, había perdido un total de 6 kilos y poco, llegando a rozar la cifra número 76. El omega se veía con menos pancita que nunca y aquello le hacía sentir increíblemente bien. El Hufflepuff pensó que había tenido la mejor idea de su vida, si seguía así iba a conseguir su meta en menos de lo que canta un gallo. Para lograrlo, solo debía seguir así, nada de cenas ni dulces y raciones pequeñas de comida en el desayuno y el almuerzo. Le estaba costando, pero no debía olvidar por qué estaba haciendo todo eso.
- ¡¿Pasa algo?! - Lavender salió a toda prisa del cuarto de baño para comprobar el origen de los gritos.
Neville no pudo evitar soltar una risita cuando vio a Lavender con la falda del equipo de porristas por las rodillas y el cepillo de dientes metido aún en la boca.
- Jajaja, tranquila, simplemente es la emoción de la competición. - Mintió el omega, aquello era algo a lo que ya se había acostumbrado a hacer; mentir, así no tenía que buscar explicaciones para lo que hacía o dejaba de hacer.
Neville escondió sibilinamente la pesa por debajo de la cama con su pie derecho, Lavender no sabía nada de su "dieta" y quería que siguiera siendo así, no le apetecía escuchar una charlita con todas las razones por las que lo que estaba haciendo no era sano ni bueno.
- Recuerda, este va a ser el último entrenamiento, mañana hay que darlo todo para que entres al equipo.
- N-no sé si estoy preparado Lavender, todo ha pasado muy rápido y no sé si voy a ser capaz... - Neville expresó su preocupación respecto a la prueba de selección de mañana, estaba aterrado.
- Si no hubieran adelantado la fecha del partido tendríamos una semana más para practicar, pero hay que tener la plantilla del equipo decidida para el gran día. No pasa nada Neville, hoy vamos a darlo todo y ya verás como mañana sale todo bien, ¿sí? - Lavender agarró las manos de su amigo y lo obligó a mirarla a los ojos, quería que confiara en ella y le creyera.
- ¡Sí, yo puedo! - Con el paso del tiempo, Neville iba adquiriendo un poquitín más de seguridad en sí mismo.
Pero, esa seguridad que ganaba cada vez que veía unos gramos descender en la báscula, la perdía cuando observaba a Cedric junto a Cho; se les veía tan felices juntos que realmente pensaba que no podría soportar si en algún momento ambos deciden unirse y crear una relación. Desde luego toda la escuela pensaba que Cedric y Cho eran la pareja ideal, y si tanta gente lo creía tal vez será verdad. Neville alejó aquellos intrusivos pensamientos de su cabeza para centrar toda su atención en el entrenamiento final.
Mientras ambos equipos (Hufflepuff y Gryfindor) estaban entrenando a tope para el gran partido, dos atractivos alfas se dedicaban a dar vueltas por todo el castillo hasta llegar a su habitación para pasar ahí el resto de la tarde.
- Ron, ¿no deberíamos estar en el entrenamiento? - Harry realmente estaba preocupado por las reacciones de sus compañeros si perdían el partido, seguramente les echarían la culpa a ellos por no estar presente en el entrenamiento final. Aunque su preocupación llegaba más allá; le daba mucho miedo el pensar que podían llegar a verlos.
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Un defecto de talla | Omegaverse Neville x Cedric
RomanceNeville Longbottom es un rellenito y tierno omega que lo único que quiere es ser amado y deseado como el resto de omegas, especialmente por uno en particular, su mejor amigo Cedric Diggory, el alfa más apuesto de Hogwarts. En un desesperado intento...