- Hola Ron. - Lavender irrumpió en la conversación que el pelirrojo estaba manteniendo con sus hermanos Fred y George.
- Uhm... Hola, ¿querías algo? - Al pelirrojo le había extrañado mucho la presencia de la omega, pues nunca en su vida había entablado ninguna conversación con ella.
- Sí, sí, ¿podemos hablar... a solas? - Lavender hizo énfasis en el final de aquella frase para que los gemelos se fueran.
- No nos vamos a ir. - Dijeron ambos Weasley al unísono.
- Joder, ahora vuelvo, y no se coman mi pollo.
Ron se despidió de sus hermanos y se alejó hasta el exterior del comedor junto a Lavender.
- ¿Y bien? ¿De qué querías hablar?
La omega tenía los nervios a flor de piel, notaba como su piel iba enrojeciendo por momentos y la forma en la que iba quedándose sin aire conforme Ron le hablaba.
- A ver por dónde empiezo... Ron, me gustas, mucho. No sé como pasó, pero de un día a otro mi omega comenzó a mover su rabito cada vez que pasabas cerca mío. Al principio no lo entendía, nunca me había sentido así, pero luego lo comprendí, es amor. Me gusta todo de tí, tu olor a cilantro y limón me trasmite solo cosas buenas, y... No sé, estoy muy nerviosa jajaja.
Ron se había quedado atónito, se esperaba cualquier cosa menos esa confesión. Estuvo a nada de rechazarla, pero la imagen de Harry regresó a su mente; Ron era rencoroso, le costaba mucho perdonar, y quería que Potter sufriera y viera lo que se había perdido por culpa de su cobardía.
- Sé que no te intereso, pero te lo tenía que contar.
- ¡No, no! No te voy a mentir, yo no estoy enamorado de tí, pero el amor no nace de un día para otro. A mí me gustaría conocerte más, por intentarlo no pasa nada.
- ¿De verdad? ¡No te vas a arrepentir! Te lo prometo. Entonces, ¿eso significa que me estás dando permiso de cortejarte?
Las mejillas del pelirrojo se pusieron del mismo color que su cabello, ¿cortejarlo? ¿había escuchado bien?
- Esto, bueno, llámalo así si quieres jajaja...
Lavender no pudo evitar soltar un gritito de emoción ante la respuesta de Ron; sus ilusiones habían crecido bastante más pues pensaba que podía tener alguna oportunidad con él, nada más lejos de la realidad. Las siguientes semanas fueron un verdadero sueño para Lavender; iba a todos los sitios con Ron y su grupo de amigos, Neville también les acompañaba a veces, aunque él estaba más ocupado pasando tiempo con Cedric, los cuales estaban cada vez más juntos. Lavender y Ron también compartían momentos a solas y todo parecía perfecto, aunque ella no tenía ni idea que Ron solo tenía ojos para un bello alfa con olor a menta y chocolate amargo.
A las dos semanas de la confesión de Lavender y de conocerse más a fondo, el curso de Ron de la casa de Gryfindor organizó una pequeña fiesta en la sala común, aunque entre unas cosas y otras acabó asistiendo unas cuantas personas más de diferentes casas y cursos, entre ellas, Lavender.
El pobre Harry tuvo que soportar los arrumacos y coqueteos de Ron y Lavender durante toda la noche, pero el colmo llegó cuando los adolescentes decidieron jugar al famoso juego de la botella. "Casualmente", la botella de Ron apuntó en dirección a Lavender, quien emocionada se fue acercando lentamente hasta el pelirrojo. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, Ron acarició con dulzura el cabello de la omega y sus labios se unieron en un tierno beso ante los gritos y vitoreos del resto de presentes, aquel fue el primer beso de Lavender. Pero el beso no se quedó ahí, Ron quiso intensificarlo más, dejando la cara de Lavender al rojo vivo tras hacer una pequeña batalla de lenguas.
Al separarse, los alfas se echaron encima del pelirrojo para felicitarlo, mientras que algunas omegas y betas acribillaron a Lavender a preguntas. Harry no pudo soportar esa bochornante escena, se sentía humillado, con su corazón roto y, sobretodo, su ego. Harry se levantó y se fue escaleras arriba hacia el baño, quería llorar. Ron lo miró victorioso desde su posición, su plan había funcionado.
La noche avanzó y Harry no volvió a bajar a la fiesta. Por otro lado, Ron se sentía muy culpable, él no quería estar con Lavender, sino con Harry, su Harry. Pero si el pelinegro no podía darle lo que necesitaba, no podían estar juntos. Cuando tuvo un momento libre, Ron se escabulló entre la multitud y subió al dormitorio que compartía con Harry, encontrándose al pelinegro sentado en la cama, con su mirada fija en un punto aleatorio en la oscuridad de la habitación.
- Hola...
- ¿Qué quieres?
- Quería saber cómo estabas.
- ¿A qué juegas Ron?
- ¿Yo? A nada, lo único que estoy haciendo es divertirme, tengo derecho a vivir mi vida ¿no? - Replicó el pelirrojo.
- Estás haciendo el ridículo, a tí no te gusta esa chica.
- ¿Estás en mi mente para saberlo?
- Por favor Ron, a tí esa omega no te gusta, lo estás haciendo para joderme.
- Aahh, ahora lo entiendo, eso es lo que te molesta, que sea una omega, ¿es lo que te gustaría ser a tí verdad?
- No digas tonterías... - Harry apartó la mirada de los ojos del pelirrojo, aquello le había dolido mucho.
Harry sabía que Ron decía la verdad, él daría todo lo que tenía para poder ser omega, así nadie se interpondría entre Ron y él y ya nadie podría juzgarles.
- Es la pura verdad. Ojalá lo fueras, tal vez así te sería más fácil abrirte de piern-
Ron fue callado abruptamente tras recibir una potente bofetada en su mejilla. Ron sabía de las inseguridades de Harry para tener relaciones con él, pues el pelinegro había escuchado experiencias de omegas que habían sido usados simplemente para un rato y que luego sus alfas les habían abandonado tras robarles su pureza. Y si habían sufrido eso siendo omegas, ¿qué le esperaría a él que era un alfa?
- Eres un niñato y un gilipollas. ¿Sabes? Me alegro de haberlo dejado, está claro que sigues siendo el mismo idiota de siempre y que nunca vas a cambiar. No te mereces ni a Lavender ni a mí.
Harry abandonó la habitación y dejó a un Ron con el corazón estrujado y con sus ojos llorosos. El pelirrojo se sentía el ser más estúpido del planeta, ¿cómo había sido capaz de decirle tal cosa? Harry tenía razón, no los merecía, a ninguno.
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Un defecto de talla | Omegaverse Neville x Cedric
RomanceNeville Longbottom es un rellenito y tierno omega que lo único que quiere es ser amado y deseado como el resto de omegas, especialmente por uno en particular, su mejor amigo Cedric Diggory, el alfa más apuesto de Hogwarts. En un desesperado intento...