Un defecto de talla | Omegaverse Neville x Cedric

𝙸𝙸 - 𝙿𝙾𝚁𝚁𝙸𝚂𝚃𝙰𝚂

Neville se encontraba desayunando animadamente con Lavender y Cedric en el comedor del colegio. Entre el menú del desayuno de aquel día habían puesto infinidad de pasteles con sabores variados y ricos; ya se había comido 3 pero aún tenía ganas de alguno más, a si que extendió su mano y agarró un pastelito de chocolate, su sabor favorito.

Durante la conversación, Cedric y Neville notaron que Lavender no estaba del todo conectada con ellos, sus ojos estaban más pendientes de Ron Weasley, un pelirrojo alfa de la casa de Gryfindor, el cual estaba riendo cómo loco por las ocurrencias de su mejor amigo Harry Potter, otro alfa de Gryfindor. Neville y Cedric decidieron ignorar aquello para no poner nerviosa a la omega.

Mientras Neville degustaba con ganas el pastelito, un trío molesto y famoso a partes iguales decidió meter sus narices donde no los habían llamado.

- Vas a acabar con toda la comida de Hogwarts, Longbottom. - Dijo Draco Malfoy, un narcisista alfa de Slytherin que realmente pensaba que tenía el mundo entero en sus manos. Sus secuaces Crabbe y Goyle rieron de fondo.

Neville dejó en el plato el pequeño pastel que se estaba comiendo al instante de recibir aquel comentario. Draco tenía razón, estaba comiendo demasiado, pero no hacía falta que se lo recordara cada día. Por otra parte, Cedric soltó un agresivo gruñido; su alfa interior se había enfurecido, NADIE atacaba a SU omega.

- ¡Cierra el pico, Malfoy! - Cedric lanzó un grito que hizo sobresaltar a medio comedor.

- ¿Me vas a obligar, Diggory? - Replicó Draco de manera chulesca.

Cedric se levantó de su asiento dispuesto a partirle la cara al rubio, no solía ser un alfa violento, pero no podía evitar sacar esa parte cuando atacaban a alguno de los suyos, y en especial, a Neville. Afortunadamente, dos corpulentos chicos del equipo de Quidditch de Hufflepuff lo agarraron entre los dos y consiguieron que se sentara de nuevo.

Draco abandonó la escena junto con sus dos amigos con una irritante sonrisa en su esculpido rostro.

- N-no hacía falta que te pusieras así Cedric, no fue para tanto. - Al omega interior de Neville le había gustado que los defendiera; se sentía protegido y querido, pero Neville prefería que el alfa no se metiera en peleas por él.

- Pero si se estaba metiendo contigo Neville.

- Ya estoy acostumbrado...

- No deberías acostumbrarte a un trato así. Y no le hagas caso, puedes comer todo lo que quieras. - Dijo Cedric cambiando su alterado tono de voz a uno más suave y comprensivo.

- No te preocupes Cedric, realmente ya no tenía hambre, solo estaba comiéndomelo para no desperdiciarlo. - Mintió el omega poniendo una de sus mejores sonrisas.

Claro que tenía hambre, pero aunque le había dolido lo que Draco le dijo, aquellas palabras le habían servido para cerrar su boca y no comer nada más hasta el almuerzo. Cedric aceptó dudoso las palabras del omega, conocía a su amigo y la mayoría de veces podía detectar cuando mentía y cuando no. Aun así, no comentó nada más del tema y se limitó a hablar con Lavender y Neville hasta que llegara la hora de que empezaran las clases del día.