Un defecto de talla | Omegaverse Neville x Cedric

𝚅𝙸 - 𝙶𝙾𝚁𝙳𝙾

Neville estaba especialmente contento ese día, pues Cedric le había prometido que iban a pasar toda la tarde juntos, ya que por culpa de la presión de los exámenes finales y de los entrenamientos para el último partido del trimestre (Hufflepuff Vs Slytherin) no habían podido hablar demasiado. Aunque no todo era felicidad, pues Neville estaba furioso con el tema más recurrente en su corta vida; sus kilos. Su peso se había estancado en unos 75 kilos y no conseguía bajar más de ahí, no entendía nada y le daba mucha impotencia no saber qué había hecho mal.

Pese a aquello, el omega se encontraba en el gran comedor disfrutando de un buen desayuno, hacía semanas que no probaba bocado por la mañana. El omega iba ya por su cuarto pastelito, le gustaban tanto los dulces que no se había dado cuenta del número de pasteles que había ingerido ya.

Neville hubiese seguido con su abundante desayuno si no hubiese levantado la mirada hacia la puerta del comedor; era Cho, la cual se encontraba charlando animadamente con sus amigas de Ravenclaw. La verdad es que, aunque le costase aceptarlo, Neville entendería completamente que Cedric decidiera elegir a Cho en lugar de a él. La omega, a diferencia de él, tenía una linda sonrisa, además de un estilizado cuerpo y una cintura muy fina. Definitivamente, ella era infinitamente mejor omega que él. Neville observó su pastel a medio comer y lo dejó en el plato, se le había quitado el hambre. El omega continuó escribiendo en su diario, allí era donde expresaba sus sentimientos más puros y el único lugar donde podía mostrarse vulnerable sin ser juzgado por nadie.

- ¿Qué estás escribiendo Neville?

Neville cerró su diario al instante de escucha la voz de Seamus. - Nada, cosas mías jajaja.

Seamus se limitó a sonreír ante el tierno nerviosismo del omega mientras lo analizaba con la mirada; como siempre, se veía hermoso. Aunque aparentara serenidad, el alfa estaba con los nervios a flor de piel, pues tenía pensado pedirle a Neville que fuera al baile de navidad con él, pero era ver al rellenito omega y se bloqueaba por completo.

- ¿Qué querías Seamus?

- U-uhm, bueno yo... Me gustaría hablarlo contigo en un lugar más privado. ¿Podemos vernos a las 3 y media en el patio que está al lado del huerto de Pomona Sprout?

- Uhm... bueno, podemos hablar a esa hora si quieres. Pero intenta que sea breve, ya había quedado con Cedric para pasar la tarde.

- Lo que pida el señorito jajaja.

Seamus mentiría si dijera que no le había dolido escuchar el nombre de Cedric saliendo de la boca del rechoncho omega; el alfa sabía que no tenía oportunidad con Neville, se notaba a leguas que él ya había elegido a Cedric como su futuro alfa hace mucho tiempo, pero ya no podía aguantar más sin contarle a Neville todo lo que sentía por él.

- Ey Seamus, te estamos esperando, ¿vienes o no? - Dean irrumpió en la conversación en busca de su amigo Seamus.

La mayoría del equipo de Quidditch se disponía a ir a la biblioteca en aquel momento, pues McGonagall les había mandado un trabajo en parejas para el próximo miércoles y, con el ajetreo de los entrenamientos y los exámenes este era de los pocos días libres que tenían.