Capitulo 21.-

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El sol dse ocultaba y el cielo se habia tornado de colores dorados, como el oro, como aquella maldicion llamada riqueza que a Trolli no le recordaba nada mas que la sangre de los inocentres que habian tenido la desgracia de conocerlo

 Le recordaba a Sparta, a quien de alguna manera estupida habia intentado ofrecerle todo y solo habia logrado envenenarle la piel, manchandolo de sus desgracias, de su alma putrefacta

Se encontraba junto con Raptor y tres de sus hombres sobre una camioneta negra con vidrios blindados. Habian golpeado a muchos en la cioudad y hasta donde Trollino sabia ahora tenia mas enemigs de los que nunca habia tenido, pero habia logrado sacar murmuros de las fetidas bocas de algunos y habia entendido que a las afueras, en una cabaña de madera abandonada se encontraba Sparta, a punto de ser asesinado como regalo especial para Trollino por ordenes del sucesor de la mafia, una vieja venganza despues de todo

—Es aquella— informo Raptor triunfante, apuntando a la lejania hacia una cabaña. El conductor piso el acelerador y todos cargaron sus armas a excepcion de Trolli, que solo queria entrar ahí y salvar al niño, aunque fuera necesario recibir un par de balas en el pecho 

Apenas las llantas dejaron de rodar Trolli salio del vehículo disparado, y entro al lugar, parecía no haber nadie a primera vista, pero como si toda su alma se negara a tal hecho escufriñó visualmente el lugar, encontrando en un rincon a un pequeño bulto, con piel opacada por la suciedad, inerte, se le heló la sangre al pensar ene el niño sin vida 

Se quito el saco y tapo a Sparta, lo cargo entre brazos y salio del lugar con él. A lo lejos se escuchaban dispados y gritos, pero no le importaba nada, porque tenia a su niño

La vista de Sparta parecia no querer enfocar nada, se veia demasiado borroso, demaciado lleno de luz y estaba muy debial para hablar. Pero reconocía ese corazpon palpitante, reconocia su aroma, sus manos, era Trollino, lo habia encontrado y quiso llorar, pero las lagrimas no le salian 

Salieron de la cabaña y Trollino con decision llevó a Sparta hasta ka camioneta que por el momento se encontraba vacia. Lopostro en los asientos traseros, tapándolo, parecia demasiado débil para mantenerse a sí mismo, un angel agonizante

Escucho movimiento a su espalda, Giro y vio a Raptor con sus hombres, tenia al presunto culpable atado de pies y manos, arrodillado cual condenado. Trollino sin hablar dejo a Sparta y saco de la cajuela un recibiente de un galón lleno de gasolina. Lo esparcio sobre el hombre amordazado, bañandolo del líquido, sin ubn ápice de compasion , no reconocio al maldito, quizas era mejor así, no tendria la necesidad de matar a toda su familia por venganza. Raptor sonrio, como el gato de Cheshire, reconociendo al asesino, al monstruo. Le hizo un gesto a sus hombres y subieron  a la camioneta dejando a Trollino y al condenado solos. 

El cumpable de las heridas de Sparta intento levantarse, intento huir, Trollino sonrio.

—Nos vemos en el infierno— Murmuró Trollino aventado el mechero encendido hacia el hombre, dándole la espalda, dirigiéndose al automóvil

Sparta creia estar alucinando, pero sabia en el fondo que no era asi, podía ver al hombre quemandose vivo, sus gritos desgarradores inundando el lugar, perforando su alma, sus conciencia. Sparta tambien queria gritar

El joven llego inconsiente al hospital en brazos de Trollino, era un hospitalo privado y lo atendieron en emergencias de inmediato.Horas depues uya le habian conectadoi suero de manera intravenosa y se encontraba  descansando, devastado por todo

Sin embargo a pesar de que se encontraban dormido realmente no descansaba, en su mente se repetian una y otra vez los grito del hombre que Trollino habia quemado vivo

—Trollino te quiere— Habia dicho Raptor cuando lo visito en us cuarto día en el hospital— Pero es un hombre complicado

—Si me quiere.... ¿Entonces por quer no ha venido?— pregunto Sparta lamentandose

—Esta ocupado— respondio Raptor en un suspiro— Con eso de que me nombro accioninista del cincuenta por ciento de su empresa ha tenido que mover mucho papeleo para quitar tu nombre y...

—¿Él.... el quitó mi nombre?— pregunto el menor acogojado, dejando de lado la gelatina de su desayuno

—¿No te lo dijo?— el menor negói con la cabeza— Bueno... Ahora soy socio de su empresa, la mitad de las acciones es mia y la otra mitad de el

—¿Y el vendra a verme?— pregunto en un murmuro, temeroso de la respuesta

—Yo no contaria con ello— admitio Raptor— Ya quito tu nombre de recepcion, por lo tanto ya no tienes acceso a la empresa

—¿Me prestas tu telefono?— pidio Sparta

—Claro, ten, ese es su numero— indico mostrandolo en la pantalla. 

Sparta marcó, sonó, una, dos tres....

—¿Bueno?— su voz quebrada, herida— Soy An-andres— escucho el alientp del mayor seguido del vacio de un telefono que anunciaba que la llamada habia sido cortada

Le quemaba el pecho, y las lagrimas comenzarosn a brotar se sus ojos, rojos, llevo sus manos a su rostro, ocultando su dolor de Raptor

—Cuanto lo siento— respondio Raptor tomandolo de la rodilla, Se levanto de su lugar y tomo su celular— Nos vemos niño— se despidio, salio de la habitacion, dejando a un Sparta con el corazon roto en su interior. 

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🤍Si alguna vez quieres dibujar alguna escena de este libro siéntete libre de hacerlo, si quieres puedes avisarme, me encantaría verlo :³💛

Azúcar en el Infierno •|SPARLLINO|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora