Era la mañana.
Chica se encontraba usando maquillaje. No, no era para ponerse linda.
Era para cubrir los golpes que su propia hermana mayor provocaba.
A Chica le causa terror cuando Shic llega ebria a casa. Sabe que, además de lastimarla con palabras, la lastimaba físicamente.
Eso empezó a pasar cuando su madre falleció.
Shic ahogaba su tristeza en alcohol, lo que provocaba que maltratara a
su hermana menor.
En este momento, Chica derramaba lágrimas mirándose frente al espejo.
Maquillaba un golpe que estaba cerca de sus labios, éste era reciente.
Tomó aire, limpiando una de las lágrimas que salían de sus hermosos ojos.
Salió de su habitación, yendo a la de Shic, silenciosamente.
Abrió un poquito la puerta, asegurándose de que su hermana mayor estuviera durmiendo.
Luego de fijarse, se vistió para ir a la secundaria.
Una vez puesto el uniforme escolar, tomó la maqueta del proyecto, su mochila y salió rumbo al instituto.
Caminó alrededor de seis cuadras, hasta llegar allí.
En la entrada se encontraba Baby, su mejor amiga.
—Wow, eso se ve muy bien.—Exclamó la pelirroja respecto a la maqueta.—Se ve que hicieron un bien trabajo en equipo.
—Uhm, sí..., supongo.—Dijo la rubia, quien no se encontraba del todo bien.
—¿Estás bien?
—Ahm, yo... —Y antes que terminará de hablar, el timbre sonó.—Ya es hora, hay que entrar.
Chica se dirigió al salón, dejando a Baby atrás.
Una vez ahí, se topó con el apuesto castaño.
—Hola, Chica.—Habló él rascando su nuca.—Oye, me quedé pensando en lo que pasó ayer en tu casa cuando fui a hacer el trabajo.
—Eso no te incumbe.—Respondió seriamente.
—Chica, solo me preocupo.
—¡Como dije; eso no te incumbe, Freddy!—Dijo de la misma manera, colocando fuertemente la maqueta en el banco en donde se sentaba.
—Solo trato de ser amable, ¿si?
—¡Solo no te metas en mis cosas, lo que pasó ayer es MI asunto!
—¿Por qué eres así de grosera?—Frunció el ceño acercándose más a ella hasta quedar de frente.
—¡Tú me provocas!
—Ti mi privicis.
—¡Ah! ¡¿ahora te burlas de mí, verdad?!
—¡Ya parenle, parecen pareja peleándose de esa manera!—Dijo un pelimorado desde su asiento.
—¡Tú cállate!—Respondieron los dos al mismo tiempo.
—¡Basta, Bonnie!—Gritó Freddy a Bonnie, su mejor amigo.
Iban a seguir peleando hasta que la profesora llegó.
El salón se llenó de alumnos. Y así inició la clase.
La profesora comenzó a llamar a los grupos, los cuales eran de a dos, al frente para presentar el trabajo que se hizo en casa.
Hasta que les tocó a Freddy y Chica.
Ambos pasaron al frente, mostrando el trabajo que realizaron.
Su nota fue excelente.
■
Ya era hora del almuerzo y el comedor se llenó por completo.
Cada grupo de amigos se sentaban en una mesa en especial.
Chica con Baby.
Freddy con Bonnie.
—Bonnie, ¿por qué te metiste en nuestra pelea?.
—Querrás decir "tonta pelea".—Rió él pálido.—¿No escuchaste el dicho?.
—¿Qué dicho?
—El de "los que se pelean, se aman".
—‐¡Yo no amo a Chica! Es muy fastidiosa, se enoja por todo.
—Eso dices ahora.
Las mejillas de Freddy se ruborizaron un poco al oír lo que dijo su amigo.
