Luego de la tonta pelea, Freddy y Chica fueron enviados a "la cabaña de castigo". Ésta quedaba lejos de las cabañas normales.
Ambos se encontraban sentados en bancos diferentes, mirándose con bastante odio.
—¿Contento, Fazfuck?—Suspiró la rubia cruzándose de brazos mientras continuaba sentada en el banco que se encontraba al lado del de Freddy, quien dirigió una mirada de molestia a Chica.
—¡Tú fuiste quien la empezó, boba, casi me partes la cara!
—Hubiese sido divertido de todas formas.—Rió burlonamente Chica, mostrandole la lengua al castaño.
—Qué odiosa eres.
—¡Tú eres el odioso!
Ambas miradas se cruzaron. Freddy y Chica gruñian y fruncían el ceño al mirarse fijamente.
Los dos se caían bastante mal. No se soportaban para nada y siempre vivían peleándose, discutiendo como niños de preescolar.
Las mayorías de sus peleas comienzan por tontos motivos.
Baby y Bonnie siempre se los remarcan, pero ellos siguen y siguen discutiendo.
Luego de casi dos horas, una mujer que era encargada en el campamento llegó a la cabaña, anunciandoles el fin de la penitencia para ambos jóvenes.
Estos volvieron a las actividades del lugar, sin decirse ninguna palabra.
—¡Baby!—Exclamó Chica corriendo a su mejor amiga, para así abrazarla con fuerza.—¡No sabes la tortura que fue estar a solas con ese Fazfuck!
—No es para tanto.
—¡¿Cómo que "no es para tanto"?! Me estuvo molestando diciéndome que yo empece la pelea.
—Ejem, Chica, perdón que te lo diga pero... Freddy tiene razón.—Respondió la pelirroja arqueando una de sus cejas.—Tú fuiste quien empezó la pelea.
Chica solo gruñió.
—Te aconsejo que dejes de lado las peleas con Freddy, ya que estos son los últimos tres días de campamento. El domingo regresaremos a la ciudad y a nuestras vidas normales.—Aconsejó Baby dándole palmadas en el hombro a su amiga.—¿Así que mejor si vamos a nadar? La guía nos dijo que teníamos un rato libre para hacer la actividad que queramos.
—Eh, Baby, creo que te olvidaste de un mínimo detalle.
—¿Ah, sí? ¿Cuál?
—No sé nadar.
Baby rió.
—Bueno, para eso están los flotadores.
—¡¿Hablas de en serio, Circus?! ¡los flotadores son para bebés!
—Okay, okay. Yo puedo ayudarte.
[...].
—Como decía, Freddy.—Decía el pelimorado caminando a la par del ojiazul.—Estos son los últimos tres días de campamento y hay que disfrutarlo al máximo.—Miró a Freddy cara a cara.—Eso significa que debes dejar de lado las peleas con Chica y enfocarte en disfrutar estos días aquí.
—Lo sé, lo sé. Pero aunque no queramos siempre hay motivos para discutir, Bonnie.—Contestó el castaño también caminando al lado del pelimorado.
—Motivos tontos, querrás decir.—Rió Bonnie, deteniéndose un rato.—Freddy, quiero que me respondas algo.
—Ya, dime.
—Detrás de todo ese odio que le tienes a Chica, ¿no hay algo de ella que te llame la atención?
—¿De qué hablas? No entiendo.
—Yo creo que Chica te atrae.
—¡Ja! ¿Atraerme ella? ¿Pero que cosas dices, Bonnie? Ella no me gusta y nunca me va a gustar.
