¿Muchos se preguntaran como es que una persona de tan solo veinte años puede odiar a otro ser humano a tan temprana edad?
La respuesta es bastante fácil, desde pequeño Dylan había estado en todos los lugares a los que iba junto a mi familia o amigos, siempre se encontraba intentando llamar la atención de todos, como si no tuviera suficiente con la que le dan sus padres, arruinaba cada una de las charlas que lograba tener con los demás, y lo peor de todo sucedió cuando había cumplido los dieciséis, Dylan al ser dos años mayor que yo creía que sabia todo sobre relacionarme con los demás, y no hablo de relacionarme con amigos, si no como algo más que eso, al parecer uno de sus amigos o algo así, quería salir conmigo, a lo que yo simplemente respondí con un "No creo que pueda", Dylan tanto como sus demás amigos no dejaron de insistir hasta que mi paciencia llego al nivel donde nadie quería llegar, tuve que aceptar para que dejaran de insistir, no quería pasar el resto del verano en Airlie Beach con un grupo de chicos persiguiéndome. La salida salió peor de lo que cualquiera esperaría, el chico, cuyo nombre era Alex, creyó que yo estaba interesada al menos un poco en él, cosa que era solo obra de su imaginación, porque lo cierto era que no habia nada que pudiese atraerme de él.
Al caer la noche, el se ofreció a llevarme en su coche, a lo que dije que si, por ese entonces era bastante inocente, y creía en que las demás personas podían ser buenas, al menos algunas, Alex al subir a su coche me dio una pequeña mirada antes de arrancar, ir por la carretera era algo que hacia con bastante frecuencia, no me era raro estar ahí, y mucho menos ir de un lado a otro para poder llegar al centro de la ciudad. Todo comenzó a parecerme raro cuando Alex doblo hacia la izquierda, en un callejón sin salida, sin nadie a nuestro alrededor, intente que detuviera el coche, pero solo se negó, y siguió conduciendo a quien sabe donde, el miedo no tardo en invadirme e intente una vez mas que me dejara salir, pero esta vez si se detuvo, al darme cuenta de su cara, no pude evitar comenzar a sollozar, el no quería salir conmigo porque le gustara, si no que quería hacer algo de lo que aun no estaba preparada. Los siguientes minutos o quizás horas solo son lagunas, no recuerdo muy bien como paso todo, pero de un segundo a otro sentí un dolor excesivamente fuerte en la cabeza, lo que me hizo ver por algunos minutos borroso y luego todo se volvió oscuridad. Al despertar recuerdo haber tenido la falda por mis caderas, mis bragas corridas, y algo mas aterrador era que el coche se encontraba vacío, y yo estaba en la parte trasera.
Salir de ese coche fue la cosa más aterradora que hice en toda mi vida, el miedo aun me invadía y los pensamientos de que Alex volvería y me haría daño una vez mas no me dejaban en paz, llegar a la casa de mis abuelos fue algo tan aliviante para mi, nunca me habia sentido tan feliz de llegar a un lugar. Por supuesto que nadie iba a estar despierto, eran pasadas las 02.00 a.m. y todos se encontraban dormidos, nadie debía saber lo que había pasado esta noche, pero si hay alguien que tiene la culpa de esto es Dylan Duncan, el había insistido para que saliera con ese...con ese violador.
Desde que Ashley y yo habíamos discutido hace dos días, había intentando evitarla lo más posible, si bien ella no vivía con mamá y conmigo, siempre se pasaba a visitarnos un par de minutos o a cenar con nosotras, todo para estar al menos unos minutos en familia, como ella le llamaba. Mamá también habia intentado hablar conmigo sobre lo sucedido, pero yo solo la dejaba con la palabra en la boca, no quería hablar de ese tema, ¿tan difícil es entender eso?
─¡Eris llamando a Kendall!─ Mi mejor amiga se encontraba frente a mi sacudiendo su mano para que volviera a la realidad.
─Lo siento...─No pude evitar mirar hacia el suelo, me sentía de alguna forma avergonzada, no era buena demostrando mis sentimientos. Pero vamos, es Eris, mi mejor amiga desde que tengo memoria.
─No tienes porque sentirlo,es normal tener días buenos tanto como malos.─Sonrió con la intención de hacerme saber que podía contar con ella, y si que lo sabía, el problema era que eso era algo que aún debía trabajar.
─Lo se, pero el problema es que yo solo tengo días malos.─Suspire levantando la mirada.
─No digas eso Dall, sabes que no es cierto, puede que tengas algunos días malos, y sabes muy bien que es algo normal, no siempre podemos estar sonriendo y viendo todo de color de rosas, las cosas a veces deben salir mal para aprender, ¿si no de que se trataría la vida?, ¿de tener todo en bandeja de plata?─Eris se había levantado para luego sentarse a un lado mío.
─Supongo...que tienes razón, las cosas deben salir mal de vez en cuando, pero no siempre como me pasa a mi.
Con Eris siempre tendría un hombro donde apoyarme cuando lo necesitará, pero había algunas cosas que ella aun no sabia. Entre esas cosas, lo de Alex y aquella noche la cual no quiero volver a vivir.
Publicada: 12.03.2023
ESTÁS LEYENDO
Mil Sentimientos Junto A Ti
Romance¿Hay algo más adictivo que el amor? Kendall acaba de llegar a Airlie Beach luego del divorcio de sus padres, puede parecer el sueño de cualquier adolescente el cual quiere vivir en una ciudad pequeña, pero para Kendall no es así, tras luchar contra...