-Acá nos tenemos que bajar. -Agustín se levantó del asiento y fue directo a tocar el timbre para avisarle al conductor.
-Ta bien. -Marcos agarró su bolso y se paró detrás de él.
Habían estado viajando durante una hora, para al fin llegar a una parada en la Calle 467, su lugar de descenso. En todo el viaje, no hablaron mucho más que cosas triviales. Bueno, la charla fue casi un monólogo de Agus, sobre La Plata, City Bell, los puntos turísticos e históricos de la zona, entre más temas monótonos. El único aporte de Marcos a la charla fue uno muy puntual.
"-Che pero, me genera curiosidad. ¿Por qué no tenés SUBE? -Preguntó el pelinegro.
-Ah, es que en Salta tenemo' la SAETA.
- ¿SAETA? ¿Qué es eso? ¿Una SUBE salteña? -Sonrió divertido.
-Se podría decir. Aunque la nuestra fue primero digamo'. -Se mostró orgulloso.
- ¿De verdad? Mirá. Voy a buscar info sobre eso después."
Eran las doce y media del mediodía. Los 32 grados que hacían se sentían como muchos más, y el potente rayo de sol no contribuía mucho a la causa de los dos jóvenes.
-Bueno, mi casa queda a quince cuadras. Me imagino que no tenés problemas con caminar, ¿no? -Agus se dio la vuelta para sonreírle.
-No, para nada. -Empezaron a caminar, con Agus como guía-. Estoy acostumbrao. Entreno todo' los día' y hago deporte, no son nada quince cuadra'.
- ¿Así que haces deporte? Mirá. ¿Básquet o algo así? Por tu altura digo.
-Nono, es un arte marcial. Practico Jiu Jitsu.
El pelinegro abrió los ojos con sorpresa.
- ¿En serio? Que genio, no te tenía como alguien que haría artes marciales.
-Es que me gusta la disciplina y todo lo que te enseña digamo'. No es solo pelear, es como un estilo de vida digamo'.
-Claro, es así. ¿Hace mucho que lo practicas? -De repente tenía mucha curiosidad.
-Un par de año'. Ante' hice Taekwondo y MMA, pero me quedé con el Jiu Jitsu porque lo disfruto más digamo'.
-Veo que sos un tipo preparado para la lucha, jaja. -Levantó las cejas, sumamente sorprendido-. Espero no hacerte enojar entonces, no tengo chances sino.
Marcos sonrió, pues le resultaba divertido que alguien tan pequeño y delgado se viera a sí mismo envuelto en una pelea.
Mientras continuaban viaje, el salteño no podía evitar mirar hacia todas direcciones, apreciando el paisaje y las vistas. De hecho, Marcos había viajado mucho. Había visitado distintas provincias, pero también países. Le gustaba la aventura y ganar experiencias enriquecedoras de cada lugar que conocía. Si bien este accidente lo había terminado llevando a otro lugar, no dejaba de ser un emocionante viaje también. Después de todo, entre tanta adversidad, alguien le tendió su mano y lo llevó a disfrutar -o al menos, no penar- el camino de vuelta a donde debía estar.
Lentamente, posó su visión en la nuca de su guía.
Agustín, midiendo quizá 1.63 cm, con unos pasionales ojos celestes y un cabello castaño alborotado por tantos rulos, trataba de mantener un paso firme y veloz para que Marcos no caminara tan lento, pues sus piernas cortas dificultaban coordinar un paso apropiado para ambos.
El provinciano notó cómo pequeñas gotas de sudor comenzaban a brillar en su blanca nuca.
- ¿Me escuchaste? -Una pregunta lo sacó rápidamente de sus pensamientos.
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Serendipia
Fanfic20 de Octubre, 2022. Marcos decide emprender un viaje en micro desde Salta hasta Buenos Aires, para asistir a un campamento católico durante el fin de semana largo. Pero a veces el descuido -o quizá el destino- te terminan llevando a lugares des...