The last hope -Joel Miller-

cap 9 - "corre"

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SARAH Y HELENA debieron de pasar las siguientes dos horas sin obtener noticias de Joel.
Cuando el reloj sobre la televisión marcó las 9:56 de la noche, Helena se levantó de su asiento, acercandose al teléfono de casa que se encontraba no muy lejos de la cocina.

--¿Qué haces?-- preguntó Sarah, levantando su mirada desde donde estaba sentada.

--Nos pediré una pizza, ¿De qué te gustaría?--

Sarah sonrió.

--Extra queso y mucho, mucho tocino-- respondió.

Helena asintió para luego marcar el número de una de las pizzerías en la ciudad.
Pero no importó cuántas veces volviera a llamar, nadie respondía la llamada.

--Que extraño...-- susurró, volviendo a presionar los numeros.

En ese momento escucharon la puerta en la entrada ser abierta.

--finalmente pusiste el seguro, buen trabajo-- felicitó Joel a Sarah.

El hombre se acercó a Helena, quién volvía a insistir en llamar a la pizzería. Le saludó con un beso en su mejilla antes de aproximarse a Sarah y sentarse junto a ella.

--Son las 10:00-- le recordó la menor.

--Lo sé-- suspiró. --nos dieron mal la medida para los cabezales-- contó a la vez que se quitaba los zapatos. --No entiendes nada, perdón..--

--¿Y el pastel?-- preguntó.

--mierda...-- susurró. --compraré uno mañana--

Sarah suspiró, pero para ese entonces, ya estaba mas acostumbrada a que su padre tuviera la mente en cosas mas importantes.
No podía culparle del todo...

--¿Lo prometes..? O no te daré tu regalo-- dijo con una leve sonrisa en sus labios.

--¿Me compraste un regalo?-- volteó a verle.

--Prometelo-- insistió.

--Por mi vida--

Sarah sonrió.

--Helena, ya no importa la pizza. Quiero que veas el regalo de papá-- mencionó Sarah.

Helena no demoró en dejar el teléfono, de seguro habían cerrado mas temprano o algo así.
se aproximó a ellos, sentandose a un lado de Joel para ver lo le regalaría a su padre.

La niña sacó una pequeña caja que escondía tras una almohada, extendiendosela a Joel, éste no demoró en abrir la tapa, observando lo que había dentro.
Helena extendió su rostro levemente para ver su interior, encontrando un reloj de muñeca que Joel guardaba en su cajón desde hace mucho, pues al parecer un día dejó de funcionar.

--Lo hice reparar-- mencionó la niña.

Joel llevó el reloj cerca de su oreja.

--¿Estas segura?-- cuestionó, extendiendo el reloj cerca de Helena.

--Es cierto, no logro escuchar nada-- añadió la mujer.

--¿Qué?-- Sarah tomó el reloj de manos de helena, al verle notó que se trataba de una broma. Los tres rieron debido a eso.

--Que infantil-- dijo. --Ambos son muy inmaduros-- Sonrió.

--¿De dónde sacaste el dinero?-- preguntó Joel mientras ponia el reloj en su muñeca.

--Drogas, vendo drogas duras-- respondió.

--Es mejor que nuestros trabajos-- sonrió Helena.

--Solo costó 20 dólares...que robé de tí-- mencionó viendo a su padre, recibiendo una mirada de su parte. --Podria robarte 60, pero te devolví el cambio por qué tengo ética-- añadió.