𝐈

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— 01 —

—Eres demasiado bonito para estar triste —escuchó detrás suyo, sobresaltándose por la cercanía en la que eso había sido emitido.

Entonces se movió para encarar al responsable, el rastro de lágrimas de sus ojos intacto que amenazaba con crecer al mirar quién estaba detrás suyo, encontrándose con esa mirada tan cálida que no creía que estuviera mirándolo a él, a la vez que observaba esa expresión de preocupación en ese rostro tan precioso que jamás creyó volver a ver después de que él mismo se hubiera alejado para iniciar su proceso de sanación... pero, ¿qué hacía él ahí? ¿Qué acaso esa chica no debería estarlo esperando? ¿Ellos no deberían estar teniendo alguna cita aburrida? ¿Habían terminado al fin? ¿Yeonjun se había dado cuenta de lo mucho que estaba sufriendo por él?

Lo veía ahí sentado, sonriéndole con dulzura como siempre solía hacerlo, con una mano acariciando su mejilla. Entonces se permitió moverse por impulso, siguiendo lo que su corazón gritaba, como si estuviera buscando su redención o algo parecido. Intentó tocar esa mano cálida que le daba confort, buscando volver a escuchar su voz. Lo miró de vuelta, haciendo contacto visual con él, y en ese momento se sintió como si le hubieran quitado un gran peso de encima, porque el chico por el que había estado llorando finalmente estaba prestándole atención, pero de pronto todo se volvió borroso y se vió a sí mismo en la misma posición en la que se había recostado con las mejillas bañadas en ese líquido salado, y entonces cayó en la cuenta que había soñado con él una vez más.

A medida que la mañana avanzaba para hacer visible al sol, el azabache se sintió ridículo una vez más, y entonces sus impulsos lo llevaron a salir de su casa esa tarde con el pretexto perfecto para intentar borrar esa sensación de una vez por todas, y era que sus ex compañeros de universidad harían una fiesta. ¿La vida al fin había decidido sonreírle? Le gustaba pensar que sí.

Y si no, entonces fingiría que sí y buscaría subirse el ánimo. Además que podría volver a ver a su mejor amigo de aquellos años.

Así que se movió por las calles buscando un auto que lo dejara en la dirección que le dieron porque el rayo que lo atolondró estaba a punto de extinguirse de su cuerpo, y si regresaba por su auto probablemente ya no iría a ningún sitio y no era como si fuera a desperdiciar tan buen outfit que había armado, ni tampoco tan buen trabajo que había resultado de maquillarse para ocultar sus ojeras. Esa noche iba a olvidar por un segundo que el chico al que ama ya no lo hacía de vuelta. Esa noche iba a olvidar por un segundo lo miserable que se sentía. Esa noche iba a vivir como lo hacía antes de conocer al chico que se robó su corazón y hasta ahora lo tenía congelado.

Le abrió una rubia que, si se permitía admitir, ahora estaba mucho más linda. La saludó y cuando hubo ingresado entonces tomó asiento, sonriendo a todos y respondiendo cuando le preguntaban con un “estoy bien”. Escuchaba a todos y entonces se encontró con su ex mejor amigo, Choi Beomgyu, e intercambiaron sus actuales números para salir un día juntos y platicar o lo que les diera por gana. Aceptó un par de bebidas, suponiendo que con eso su corazón finalmente se callaría o entraría en un sueño del que no saldría hasta el día siguiente y entonces aceptó la invitación para bailar con otra ex compañera suya, lo que se convirtió en una mezcolanza que solamente era rescatada por los visuales que ambos tenían, pero igualmente no se quejó y se dejó besar por ella. Su mente volvió a hacerle una mala pasada porque se llevó a sí mismo hacia esos recuerdos, extrañando cuando el toque no era tan delicado y la fragancia de su pareja no era fina, cuando los labios no eran tan delicados ni la figura se convertía en su completo opuesto, cuando el nombre de la persona que lo hacía sentir esas extrañas sensaciones en su estómago era Choi Yeonjun y no Seo Soojin como un patético intento de sustitución que no lo hacía sentir nada. Se separó de ella con delicadeza, disculpándose, y entonces se dirigió al baño, cerrando la puerta con pestillo para no ser interrumpido, y entonces se lavó la cara con cuidado para no retirar el maquillaje de sus ojos y revelar los zurcos que yacían debajo.

𝐊𝐈𝐋𝐋𝐎𝐕𝐄﹔soobjun (숩준)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora