En este libro se narran relatos ficticios, basados en hechos reales y casos que permanecen vigentes en el presente sobre experiencias que las mujeres han atravesado debido a su sexo y cómo son juzgadas por el mismo. Un llamado a la justicia e igual...
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Que desgarrador y decepcionante es saber que por alzar tu voz para hacer un bien, terminarás siendo la amenaza a eliminar por aquellos que poseen el "poder".
Hija de un actor, Natacha Jaitt desarrolló una pasión por las artes y primeramente se enfocó en la rama del modelaje. Viajó a España en busca de mejores oportunidades, terminando así siendo participante de Gran Hermano. Quedó en tercer lugar, y el tiempo dentro de aquel programa le proporcionó nuevas ofertas de trabajo. Debido a las polémicas y su posición abierta sobre los temas sexuales, muchas personas la juzgaban por ello tachándola de "problemática". Regresó a Argentina y participó en varios programas de televisión.
El 23 de febrero del 2019, Natacha fue hallada sin vida en el salón de eventos Xanadú, tenía 35 años en ese entonces. La autopsia reveló que la causa de muerte fue falla cardio-respiratoria debido al consumo de cocaína. Aunque la mayoría intentó mostrar su caso como un accidente, las acciones previas de Natacha y las reacciones de sus familiares ante la noticia dejaron en claro que se trataba más de un homicidio. ¿Por qué?
El 31 de marzo del 2018, un año antes de su muerte, durante el programa La noche de Mirta, Natacha acusó de pedofilia, trata de blancas, corrupción de menores, abusos sexuales y encubrimiento a periodistas, políticos, religiosos, actores, productores y conductores de televisión. Algunos los nombró completamente, con otros usó un seudónimo: Fabián Gianola, Leo Cohen Arazi, Enrique (Enrique Pinti), La Oro (Oscar González Oro), CP (Carlos Pagni), Conductor de Animales (Alejandro Fantino), Brian (Brian Lanzelotta), Francisco Delgado, Gustavo Vera, Juan Cruz Sanz. Ofreció hora, lugares, nombre y apellidos. Aseguró tener pruebas en imágenes y vídeos sobre lo que decía puesto a que, en aquella mesa, solo argumentaban que era muy grave lo que decía.
Por otro lado, tiempo antes de su muerte publicó un tweet que decía:
"No me voy a suicidar. No me voy a pasar de merca y ahogar en una bañera. No me voy a pegar un tiro. Así que si eso pasa no, no fui. Guarden este twit"
Un mes antes del 23 de febrero, Natacha levantó una denuncia por abuso sexual en contra de Pablo Yotich y Maximiliano Giusto.
Tras su muerte, la policía encontró un Ipad, el cual ningún miembro de su familia logró desbloquear. Según su hermano Ulises Jaitt, el aparato contiene información sumamente importante sobre todas las acusaciones que hizo públicamente. Hasta el día de hoy dicho Ipad sigue bloqueado y no hay culpables tras las rejas.
Este apartado es un llamado a la justicia. Durante su vida, Natacha Jaitt no dejó que el miedo la callara y fue en contra de todos aquellos que causaron -y probablemente causan- daño. Natacha merece justicia y sus asesinos la condena máxima. Basta de encubrir, no más tratos especiales. La justicia debe ser igualitaria, incluso para aquellos que usan la plata para comprar el silencio.
Natacha, nunca fuiste ni serás olvidada.
Ni una menos.
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