capítulo 14. Les jumelles Styles

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Harry deja un vaso de jugo de naranja recién exprimido frente a su cachorro, que se mantiene serio, pintando un gato. Su animal favorito.

Uriel no lo sabía, pero Louis y Harry ya habían convencido a Edward para poder adoptar un gato el día de su cumpleaños, que sería en 1 semana.

- Papi, ¿Porqué papá Louis no me llevará hoy? ¿Está enfermo? - Pregunta tomando su jugo, sus cafés ojos preocupados, mientras se sienta derecho.

Pobre Louis, ahora tenía 3 alfas cuidándolo cómo si fuera de cristal.

- No, amor. Papá Lou está un poco cansado.

El lindo omega lo había despertado comiéndole la boca, así que suponían que estaba entrando en celo. Pero evidentemente su hijo de 7 años no necesitaba saber eso.

- Ok, dile que cuándo regrese le dibujaré algo y le traeré las galletas de avena que dan en la escuela.

- Perfecto, Uri, yo se lo diré. ¿Ya estás listo?

- Si papi, vamos. Mi primera clase es de inglés.

- Genial, ¿recuerdas lo que practicamos?

- Yes. My name is Uriel, I am seven years old, and my favorite singer is my father.

- Perfect, kiddo!

Louis suelta un suspiro, sus ojos fijos en cómo Edward se abrocha la camisa, dándole la espalda

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Louis suelta un suspiro, sus ojos fijos en cómo Edward se abrocha la camisa, dándole la espalda. Se muerde el labio inferior, frotando sus muslos con sus tibias manos.

- Mi sol, ya tengo que irme. Sólo debes esperar 1 hora a que Harry vuelva.

- Me puedes mantener lleno mientras él regresa...

Edward ríe, negando con la cabeza. Ya habían tenido un rápido round apenas despertaron, pero al parecer el ojiazul quería continuar.
Desde que había tenido a Uriel su celo había sido irregular. El urólogo dijo que era normal a su edad. En ocasiones le duraba 1 semana, algunas veces un día. También aparecía cada mes, ó cada 6, era un desbalance hormonal que no podían ni controlar los supresores.

Eso había imposibilitado sus planes de tener un cachorro más, pero estaban disfrutando su etapa de padres con Uriel, así que no les preocupaba. Al menos no a los alfas.

Louis por su parte necesitaba tener un cachorro más, quería agregar un pequeño ser más a la familia. Amaba a Uriel infinitamente, era el niño más magnifico, inteligente y gentil del mundo. Sin embargo, solía ser un poco tímido con los demás niños, es por ello que el omega quería darle un hermanito ó hermanita con quién jugar.

- Vamos, amor, por favor... - Dice el omega, separando sus torneadas piernas, mientras se recuesta en la cama.

El alfa lo mira entero, sus ojos recorriendo su precioso cuerpo desnudo y necesitado. Dá una última mirada a su reloj y suspira, desabrochándose el cinturón. La sonrisita triunfal que Louis le dá lo hace poner los ojos en blanco.

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⏰ Última actualización: Mar 04, 2023 ⏰

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MÉNAGE Á TROIS  - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora