capítulo 7

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Esa mañana es Louis el primero en despertar, moviéndose suavemente para liberarse de ambos pares de brazos protectores, y gateando en la cama hasta estar libre. Camina hasta el baño, dónde abre la ducha para temperar el agua.

Cuándo se mete bajo el caliente chorro, suspira complacido. Dios, era una maravilla ésto de dormir y despertar con ambos alfas. Nunca había imaginado que su relación con Edward tuviera éste desenlace.

Estaba muy feliz con Harry, Edward también se notaba muy feliz. Cada vez que se miraban ó que lo miraban, el omega no podía creer que ésto le estuviera pasando, ¿Qué había hecho en su vida para merecer tal maravilla?

Todo era de ensueño, los besos, los abrazos, las caricias. El cuidado y amor mutuo que se desarrollaba entre los 3. El sexo, dios mío, el sexo era algo a lo que aún le costaba acostumbrarse, no es que hayan hecho mucho de todas formas, pero no hallaba fuerzas en su cuerpo para resistir a los 2 alfas besándolo y tocándolo.

Constantemente se estaba preguntando qué demonios iba a pasar con él cuándo ambos lo follaran, ¿resistiría? ¿aguantaría 2 nudos?

El morbo lo consumía con sólo pensar en ello, y joder, cuándo Edward y Harry se besaban, él se volvía una gelatina.

- Hey bebé. - Saluda Harry cuándo sale del baño, el alfa está revisando su celular con Edward acurrucado en su pecho. El corazón de Louis se hincha de amor.

- Buen día, Hazza. - Saluda, acercándose a su armario para sacar la ropa que usará éste día. - Hoy almorzamos juntos, ¿sí?

- Si amor, está bien, ¿no deberíamos despertar a Edward?

- Dale 10 minutos más, ahora despertará.- Dice sonriendo, y sacándose la toalla de las caderas. Harry se lo come con la mirada. - Luego, amor, se me hace tarde.

- Pero si no he dicho nada... - Dice Harry riendo, Louis pone los ojos en blanco.

Cuándo está completamente vestido, Edward ya se ha despertado, pero aún sigue en el pecho de Harry, también revisando su celular.

- Me voy, los veo más tarde. - Dice Louis subiéndose en la cama y dándoles un beso rápido a ambos. - Manos quietas. - Gruñe, golpeando la mano de Edward, quién ríe, antes de volver a besarlo.

Y cuándo la mano de Harry está sobre su trasero, Louis ya está escapando de los alfas, riendo y negando con la cabeza.

- Tengan un buen día, los amo.

El omega ríe, cuándo sus perros lo reciben en la puerta, brincoteando contra él, casi haciendo que se caiga, están muy grandes y gordos

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El omega ríe, cuándo sus perros lo reciben en la puerta, brincoteando contra él, casi haciendo que se caiga, están muy grandes y gordos. Deja su mochila en la mesa del recibidor y se quita los zapatos, sonriendo cuándo Harry aparece ante sus ojos, con sólo un pantalón de chándal y un moño en lo alto de su cabeza.

- Hola. - Saluda el alfa, inclinándose a darle un suave beso.

- Hola, amor. ¿acaso es tu disco el que suena? - Pregunta el omega, quitándose los lentes y frotando sus ojos.

MÉNAGE Á TROIS  - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora