— La presentación del artista, uno de los artistas, más sorprendentes que tenemos. ¡Por favor, vean, estén atentos a él inigualable, guapo, ingenioso, ¿Ya dije sorprenderte?, Malabarista! Con ustedes, mi hijo.— Él maestro de ceremonias lo estaba dando todo tras el soborno más costoso desde que perdió su caballo en el ochenta y cinco. Ryan había sido muy específico en querer una buena, extraordinario, y detallista presentación como regalo de cumpleaños, de lo contrario ya no iría todos los días, a las siete de la mañana, a por sus brochetas de frutilla bañadas en chocolate. Y era todo, después de eso seguía la desheredacion, pero José decidió ser más flexible por los dieciocho años de su primogénito.
— No puedo creer que lo hiciera.— Comento divertida la trapecista, quien se mantenía junto al cumpleañero en espera de su presentación.— Aún no puedo creer que sea tu padre.
Ryan solo se dedicó a reír unos segundos antes de adentrarse al escenario y dar su show.
Mientras tanto, Tin tin, yacia en el basurero extrañado, pero no sorprendido, por la cantidad de cadáveres de manzana que se encontraban ahi. Sabía exactamente él nombre del autor, si no es que lo haya decidido cambiar a último minuto. Eran muchas. Aunque también podía ser que las bolsas debajo de ellas las hacieran ver muchas más de las que eran.
Al rato de despegar su vista del contenedor, Javier fue llamado por el presentador del circo, su tío. Este le hizo señas con la mano, hasta que, finalmente, él payaso se animó a ir hacia él.
— ¿Que sucede? — Pregunto mientras se acercaba.
— ¿Te dijo Ryan si le fue bien con la chica?, Le pregunté, pero ese niño miente tan bien.— Se medio quejo con su sobrino.— Dime.
— No me presione.— No había manera de que hiciera tiempo para inventarse algo y no contarle que él mencionado se había ido molesto por no haber conseguido quedarse con una de las manzanas que le llevo como ofrenda a la castaña.— Pero si, todo bien.
Él hombre lo miro con los ojos entrecerrados, siempre se le notaba más a uno que a otro. Cómo le parecía que era el caso en ese momento. Y de hecho también se le hizo que Ryan mentía, solo debía comprobarlo con el libro abierto.
— Bueno, ¿Sabes que?, Le diré a Ryan que me soltaste la sopa. Haber con que me sale.
Javier bramo frustrado.— No, sabe que no le puedo hacer eso a un amigo.
— Bueno, hazle el favor a tu primo de poder ser ayudado por su padre.
— No.— Dijo firme.
— Dios.
Él payaso suspiro. Era traición, fuera quien fuera la persona delante de él, y sin importar la gravedad del asunto.— No lo traicionare.
— Sabes que me estás diciendo entre líneas lo que pudo haber pasado. Así ya es de asumir que sucedió algo.
Javier abrió grande los ojos. No se había percatado de ese hecho.— Cómo sea. Es su cumpleaños, solo déjelo no decirle.— Dijo disimulando sus nervios con la intención de que ya se rindiera y marchara.
Al otro lado de la gran carpa, cerca de una plaza igual de ancha, se encontraban tres amigos conversando acerca del acontecimiento de ayer. En el que él sujeto que tuvo la osadía de asaltarla, tuvo la iniciativa de otorgarle un presente tras todo lo sucedido.
— Y le atino, con lo que te encantan las manzanas.— Acotó Trevor luego de que la castaña finalizará.
— Asumimos que ya no hay mala onda, ni nada.— El trío yacia recostado en el pasto, con sus chalecos como protector anti manchas de yerba y sus mochilas como cabezeras. Estaban ahí desde que abandonaron el edificio, literalmente, en las mismas pocisiones.
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Payasos, Ariel y Manzanas #PGP2023
RomanceDistintos altercados sucederan tras el breve encuentro entre una joven estudiante y un malabarista con un inquietante amor por las manzanas.