Sirenas

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En el escenario se presentaban los primos más unidos del negocio. Ryan corría con sus peluches y botellas, y Javier lo perseguía cómo lo habían acordado. Todo iba bien, y como tal, termino bien. Eso sí, Apenas bajarse y desaparecer del foco de atención del público él malabarista, sin contestar ninguna pregunta de su compañero de escenario, corrió a quitarse el maquillaje y traje para ir a por las golosinas que le prometió a la chica que había conocido antes (a pesar de que Andrés ya le había hecho entrega de algunas antes de que empezará el show). Tin Tin no tuvo que saber de antemano la razón de su comportamiento para saber a qué se debía.

— Oye, no se irá hasta que termine todo, no te preocupes.— Alzó la voz a sus espaldas él payaso. Ryan prefirió hacer como que no lo escuchaba.

Con él mayor habiendo abandonado el lugar, Javier quedó solo y totalmente expuesto a José Álvarez, quien venía con una gran sonrisa hacia él.

— ¡Genial, súper, estoy sumamente orgulloso! — Se escuchó decir una vez estando más cerca.— Tengo familia que representa el apellido, que maravilla. Que alegría. Bueno, sigan practicando que haran exactamente lo mismo mañana, y el día siguiente. ¡Vamos! — Y se marchó.

— Iré con Andrés.

Él malabarista, ahora entre el público junto a la joven a la que sentía que le había arruinado el día por ofrecerle entradas gratis con asientos en primera fila más comestibles, hablaba muy a gusto con ella acerca de cómo es que el pastel era verde. Había pasado un rato desde que habían comenzado a hablar, pero ningún de ellos parecía haberlo notado. Estaban demasiado a gusto como para darse cuenta de que sus ocasionales risas y expresiones corporales exageradas molestaban a los demas, o al menos a los que se encontraban más cerca de ellos. Pero de notarlo, seguramente continuarían porque la comodidad era fascinante.

Llegó un momento en el que sintieron que la información que tenían del otro era demasiada siendo que no conocían la más simple y relevante de ellos. Así que Ryan tuvo que lanzarse a preguntar:

— ¿Cuál es tu nombre?, Siendo que conozco desde siempre a tus hermanos menores, pero no sé tú nombre.

Ella rio.— Ariel.— Él de mechas rubias frunció el ceño al sentir que ya había escuchado ese nombre recientemente. Sin embargo, la contraria al ver su rostro se apresuró a explicar lo que creía que lo había hecho pensar.— E-el nombre que me dijo mi padre, e-el se equivocó. Yo hace tiempo no soy él, y lo siento, pero si no lo entiendes, será mejor que no-...

Él malabarista se apresuró hasta interrumpirla.— No, es que creo que conocí a alguien que se llama igual hace poco.— Respondió calmo.— No te preocupes, entiendo. Tampoco somos tan cercanos como para que me lo compartas, así que, quédate tranquila.

—... Bueno, no me provoca ningún tipo de tabú. Siento que debo compartirlo con el mayor número posible de personas para que deje de parecer algo imposible. Si realmente entiendes de lo que hablo...— Dudo al sentir que estaba diciendo algo a lo que él no se refería. Cosa que finalmente le hizo saber que no al recibir un asentimiento.— No me molesta mientras sepa de antemano como se lo va a tomar la persona. En este caso, agradezco que seas alguien de mente abierta. Sino, probablemente hubiera llorado de la angustia. Sin mentir.

Ryan volvió a asentir.

— Mira.— Carraspeo.— ¿Te parece salir y hablarlo un día de estos días? — Sugirió, retomando la duda de minutos atrás.

— Me parece perfecto.— Le sonrió.— Pero antes, ¿Te gustaría venir mañana también?, Tenía pensando ir a la playa con mi primo.

Ella le respondió con una sonrisa.

— Mientras, ¿Podrías explicarme cómo es que tú perro trepa árboles?

Ariel, sin pensarlo dos veces, llevo ambas manos hasta el nivel de sus hombros, abrió grande sus ojos y movió su cabeza de lado a lado.— No lo se. Estamos pensando seriamente en aprender perruno para decirle que puede ser lo que quiera ser, y si lo que quiere ser es una ardilla; que lo sea.— Sin más ambos estallaron en risas. Apenas hablaron un poco más hasta que el show se terminó y Ryan tuvo que volver con sus compañeros para despedirse arriba del escenario de todos lo que habían venido ese día. La VIP espero a que fuera con ella nuevamente antes de posteriormente irse. Ya era bastante tarde, continuarían la conversación mañana como lo habían acordado.

Minutos más tarde, al entrar a su casa móvil, él malabarista, sorpresivamente, dió con su primo escuchando música en el computador portátil de Andrés a todo volumen acompañado de un café en una taza gigante y cuatro panes arriba de sus piernas.

— ¿Razón, motivo, circunstancia? — Soltó apenas verlo.

— No se, Andrés me echo de la mía.— Respondió desinteresado mientras sorbia a ratos su café.

Ryan ladeó la cabeza confundido al mismo tiempo en el que una sonrisita trataba de camuflarse entre sus mejillas.— Pero es tuya.—

— Pero me echo.

Ante le reiterada explicación, él de mechas rubias no pudo hacer más que, finalmente, reír.— Dimelo todo.— Pidió incluso más divertido.

— Bueno, se la preste para que estuviera con su novia. Según él la mía es más grande.— Está vez llevo uno de los panes a su boca, procediendo a contar la parte restante de la historia aún con el pedazo adquirido en su boca.— Le dije que si, pero a qué si era más grande y se lo tomo como que si le dejaba. Me tuve que ir para no quedar mal.

La carcajada de Ryan fue tan grande que Javier fue rápidamente contagiado por ella, así ambos pasando a actuar efusivos arriba de la cama del único descendiente del maestro de ceremonias. Ambos no pudieron calmarse sino hasta que se oyeron golpes en la puerta y segundos después vieron que se trataba de Andrés avisándole a él payaso que la casa móvil ya estaba libre. Cuando los dos pares de ojos abandonaron la silueta las risas inmediatamente se volvieron a oír, solo que está vez más bajas, como si tratarán de guardar un secreto súper chistoso.

— Bueno, ahora no se cómo sentirme al no saber que hicieron... Ahí.

— Es Andrés, ¿Que no hicieron?— Dijo y posteriormente sonrió con la intención de molestar al menor.

Javier suspiro.— ¿Y que te dijo ella?

— Hablamos. Estuvimos juntos todo lo que resto del show. De hecho, creo que ni siquiera vimos las presentaciones.

— Oh, ¿Sabes cómo se llama eso?

— ¿Cómo?

— Sabotaje a tus compatriotas y compañeros. ¿Que tipo de persona distrae a público nuevo? Sobretodo nuevo.

— Le pedí que viniera mañana también. Intui algún comentario haci.— Alzó el dedo índice en su dirección.

— No puede ser que hayas organizado una junta solo para darme el gusto.— Finalizó levantando una de sus cejas mientras evitaba mostrar algún indicio de sonrisa.— ¿Me usaste para pasta más tiempo con ella?— Sus ojos de repente eran enormes esferas.— Oh, Ryan.

Este rio por unos segundos.— No, no te incorpore. Tus ojos juzgandome llegaron a mi mente mucho después de ya haberla invitado. Pero no es eso tampoco. Me agrado hablar con ella, Javier. Existen los amigos.

— Claro.— Él payaso volvió a beber de su café.—  O sea, si, pero ¿Las vibras?, ¿Que hay de mi record de exactitud en vibras?

— No eres un perezoso, Javier, puedes soltarme.

— ¿A qué viene eso?

— Los perezosos al incrustar sus garras, de ser una persona, está no podría huir. Así que, deja y suéltame.

— Bueno.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2023 ⏰

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Payasos, Ariel y Manzanas #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora