LA LEYENDA DE SHEN LIN (Acompañando Al Fénix)

capitulo 38 (el dios no sabe ¿por qué?)

Xing Zhi entendió la importancia de aprehender a la mente maestra, y sabía que Shen Li quería que lo persiguiera, ya que ayudaría a probar la inocencia del reino de los demonios y sin embargo...

No podía alejarse.

Su agarre inconscientemente se apretó mientras miraba el rostro pálido de la mujer en sus brazos. Nunca se pintó los labios de rojo ni vivió su vida como otras mujeres. Era fuerte y nunca se había escondido detrás de la espalda de nadie. Era muy parecida a la lanza de plata con borlas rojas que empuñaba, contundente e inflexible.

Como ella dijo, antes no había nadie que pudiera protegerla. Estaba acostumbrada a confiar solo en sí misma, a luchar sola, a proteger y soportar la carga del reino de los demonios.

Ver a una mujer tan formidable en un estado tan debilitado era extraño y angustioso. Era como un gato al que le gustaba estirar la mano y arañar perezosamente su corazón con sus garras. En el momento en que notó esos rasguños perezosos de ella, ya era demasiado tarde y los rasguños se habían vuelto picantes y dolorosos. La sensación era difícil de describir.

"Esta persona... tan problemática". Las cuatro palabras flotaron de sus labios a la habitación vacía. Permaneció donde estaba, acunando a Shen Li contra su pecho.

(otra escena)
Xi llevó la caja de medicamentos sin usar mientras seguía a Fu Rongjun por el exterior del templo. Él le había permitido ser su asistente personal.

Las habilidades de artes marciales de Xi no eran muy buenas, por lo que le costó mucho esfuerzo mantener la cola escondida. Llamó en voz baja a Fu Rongjun.

A su llamada, se dio la vuelta con una brillante sonrisa en su rostro. Él preguntó: "¿Cansado cariño? ¿Quiero descansar?"

Xi quería entregarle la caja de medicinas a Fu Rongjun. "Gran inmortal, tengo muchas ganas de ayudar, pero me temo que podría cambiar accidentalmente a mi verdadera forma..."

"Eso no sucederá".

Fu Rongjun respondió, todavía radiante mientras la rodeaba.

"¡El poder de este señor se ha impreso en tu cuerpo! Es absolutamente imposible que tu forma cambie.

Diciendo eso, abrió un abanico roto y bromeó con Xi soplando un poco de viento en sus piernas. Fue un movimiento ambiguamente juguetón que fue sugerentemente coqueto.

Xi se sonrojó de vergüenza y retrocedió dos pasos.

Fu Rongjun lucía una sonrisa despreocupada mientras avanzaba un paso hacia su objetivo, con el abanico aún abierto.

De repente, de la nada, Yan se metió entre ellos con una espada negra apuntando al pecho de Fu Rongjun. Esto hizo que Fu Rongjun retrocediera dos pasos.

"Gran Inmortal Fu Rongjun, por favor compórtate apropiadamente".

Yan solo dijo una sola oración antes de agarrar la caja de medicinas en la mano de Xi y tirarla al suelo. Luego la agarró de la muñeca y tiró de ella hacia la sien.

La cara de Fu Rongjun se puso verde. "¡Ay! Entonces dejarías que tu amante te tocara así, ¿eh?

Las palabras sorprendieron a Xi miró a Yan solo para verlo apenas girar la cabeza hacia un lado. Con voz fría, dijo:

"Pequeño Xi y yo no tenemos esos sentimientos el uno por el otro le pido al Gran Inmortal que no calumnie el buen nombre del Pequeño Xi".

Tiró de la mano de Xi para hacerla retroceder, pero ella se negó a moverse estaba increíblemente molesto mientras la miraba. "¿Por qué sigues ahí parado? ¿Quieres quedarte aquí y que se aprovechen de ti?