Cap 1.

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El inicio del infierno

Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, era un alfa respetado y aclamado por todos y odiado por pocos, pero créanme, en el momento en el que oigan todo lo que ha hecho podrán repudiarlo con su ser...

James y Lily Potter lo sabían, ellos sabían que no debían confiar en aquel hombre que se proclamaba a sí mismo la reencarnación viva de Merlín y de la luz, pero, aun así, por las ansias de lograr revelar su verdadero ser, descuidaron lo que era más precioso para ellos, su pequeño hijo.

El hombre les había revelado una profecía, en la cual su hijo debía morir para detener a aquel que alguna vez causaría una guerra, pero, ellos de antemano sabían que esta era falsa, aun así, no se rebelaron contra el viejo ese y de obligaron a sí mismos a callar, y cuando menos se lo esperaron, se encontraron en su casa. James se encontraba sometido a una maldición, un "crucio", por parte de Voldemort, quien era controlado por un imperio. Ellos sabían a laperfección que el causante de todo se encontraba escondido, en algún lugar de la habitación observando todo.

-losiento mucho, James- las palabras habían sido liberadas de su boca como un susurro en penumbras, el hombre que se encontraba retorciéndose de dolor sabía a la perfección que no era su culpa, y entre pensamientos le perdono, no pudo hacer más que pedir por la vida de su hijo y esposa, que Merlín ayudara a su pobre amigo.

El hechizo se detuvo, pero la varita alzada no bajó en ningún momento, un tenso silencio surco la habitación, roto solamente por el silbar del viento y por los lastimeros gemidos de dolor de aquel pobre que estaba recostado en el suelo, unas últimas miradas y el silencio fue totalmente roto por la recitación de la maldición asesina y el impacto del hechizo al golpear al antes llamado James Potter.

En ese punto ya se encontraba derramando algunas lágrimas, sabía lo que seguía, el viejo le estaba obligando a matar a Lily Potter, pasó sobre el cuerpo muerto del que un día fue un muy buen amigo, abrió puerta tras puerta hasta llegar a la habitación de un bebé, dentro se escuchaba la voz de una mujer cantando una canción de cuna, pero si escuchabas mejor se podían distinguir pequeños sollozos, entró a la habitación donde la mujer apuntaba con su varita a todos lados, tratando de dar con el que tenía controlado a su amigo.

-por favor, Tom, lucha, sé que podrás hacerlo-, sin embargo, solamente pudo ver la triste expresión grabada en el rostro del hombre, mientras su varita volvía a alzarse, y por segunda vez la maldición volvió a romper el silencio. Lily se interpuso entre la maldición y su pequeño, Dumbledore grito que se quitara, más hizo oídos sordos al que alguna vez considero un buen hombre, con la pequeña tranquilidad de saber que había protegido a su pequeño, de esa forma la mujer murió junto a su amado.

Después de eso, Tom pudo recuperar el dominio de su cuerpo. Dumbledore levanto su varita contra el -esta noche, también será tu tumba, Riddle, luego hare que ese pequeño niño mate a toda tu familia y a quien consideres una- el hombre tenía una siniestra sonrisa en su rostro, una sonrisa que Tom fácilmente pudo imitar.

¡SECTUMSEMPRA! - el hechizo logro cortar profundamente sus brazos, haciéndole soltar la varita - creo que aún no muero, viejo estúpido- el hombre al ver que estaba sangrando y que no estaba en condición de luchar tomo su varita, dando por terminado su trabajo y se largó, la pobre casa había quedado en escombros, con dos personas muertas, y dos vivas.

El llanto de un bebé interrumpió sus pensamientos y dirigió su atención al pequeño ser que lloraba por su mami y por el dolor en su cabecita, con un débil movimiento de varita limpio la sangre que él bebe tenía en su frente, Tom, no había logrado evitar quedarse admirando al pequeño niño de cabellos negros y unos grandes ojos de color verde, más oscuros que los de su madre, seguramente ganaban una batalla contra las esmeraldas más brillantes.

Se había acercado lentamente y lo había cargado, murmurando la melodía de la canción que su madre le cantaba antes de morir, logrando así tranquilizarlo, lo devolvió a la cuna, pero cuando menos se lo espero se había desplomado sobre el suelo.

Nunca Más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora