Cap 5.

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Un niño en el olvido.

Habían pasado unos días, los suficientes para que el mundo mágico estuviese enterado de la derrota del Señor tenebroso, de la muerte de los Potter y de que el niño que los salvo a todos ya estaba a salvo. El testamento de los Potter había sido leído y sus peticiones se estaban poniendo en marcha, Harry James Potter iría a vivir con sus tíos muggles, Vernon y Petunia Dursley, al 4 de Privet Drive bajo la petición de su madre. James, por otro lado, dio autoridad a Albus Dumbledore de poder sacar un poco de dinero de su bóveda y dársela a la familia para el cuidado de su hijo.

sin esperar más tiempo llevaron a Harry a casa de sus tíos, seria Dumbledore quien se los entregaría, pero no conto con la inesperada llegada de Minerva McGonagall (la maestra de transformaciones de Hogwarts) convertida en un gato. luego de una corta platica, en la cual la mujer no cedió a irse, ambos se quedaron esperando a la llegada del hijo de los Potter.

—Albus, podrías decirme quien traerá al chico —dijo la mujer en uno de sus intentos de saber algunas cosas.

—está bien Minerva querida —el anciano dio un pequeño suspiro en forma de rendición —,Hagrid será quien traerá al muchacho.

—¿cómo... le dejaste esta tarea tan importante a Hagrid? —la sorpresa y el miedo rodeaban los ojos de la mujer, no era que desconfiara de Hagrid, ella sabía que él era alguien bueno, pero a veces su bondad le causaba demasiados problemas.

—Minerva, cálmate, nada malo sucederá, le puedo confiar a Hagrid lo que sea —dijo, aunque muy en el fondo deseaba que todo lo contrario sucediera.

no paso mucho tiempo cuando Hagrid ya había llegado con el niño envuelto en mantas a causa del frio. los mayores, ni cortos ni perezosos se acercaron al más grande a ver al niño, el cual, para su sorpresa estaba tranquilamente dormido.

—sorprendente —dijo McGonagall refiriéndose a la tranquilidad del bebe.

—muchas gracias por traerlo, Hagrid, ahora es momento de dejarlo al lado de sus parientes, un lugar seguro donde estará sano y salvo —la voz del anciano daba tranquilidad, pero sus ojos no decían lo mismo, por un momento detuvo su andar para< retomarlo nuevamente en dirección a la puerta principal, coloco al bebe frente a esta y estuvo un corto tiempo de cuclillas a su lado murmurando algunas palabras. No mucho después se levantó del suelo y toco el timbre volviendo al lado de quienes le acompañaban —nuestro trabajo ya está hecho, los Dursley no tardan en bajar a ver que sucede así que es momento de irnos —y sin más que esperar todos desaparecieron.

Pero no fue hasta que el sol apareció dando lugar a un nuevo día que petunia Dursley, hermana la Lily Potter se dio cuenta que un niño de alme os un año de edad estaba en vuelto entre mantas en la puerta principal de su hogar, de entre las mantas que envolvían al niño sobresalía un papel el cual poseía una excelente caligrafía.

Ella un poco consternada se agacho y la tomo, sin más decidió leerla, pero a medida que más leía en su rostro una expresión de temor aparecía.

—Vernon, ¡Vernon! rápido ¡baja! —su vos seguramente había sido escuchada por algunos de sus vecinos, pero esto le importo muy poco. Del interior de la casa se empezaron a oír fuertes y rápidas pisadas y de la puerta salió un corpulento hombre de cuello inexistente y un gracioso bigote, era tan gordo y enorme como una morsa.

—Petunia, querida, ¿qué sucede? —pero la mujer no contesto, en su lugar con uno de sus dedos apunto hacia el suelo donde él bebe los veía con un rostro triste —¿d-de donde ha salido? —nuevamente no obtuvo una respuesta, esta vez recibió el trozo de papel entre sus manos y decidió leerle en voz alta — "Querido señor y señora Dursley, deseo que gocen de buena salud. por medio de esta carta pido muy amablemente que me realicen un favor, es algo sencillo, solamente pido un techo para Harry James Potter, hijo de Lily Potter, su hermana y por ende su sobrino, en forma de agradecimiento por aceptar este pedido les tengo una propuesta, y es que para satisfacer sus deseos enviare una buena cantidad de dinero, espero y puedan aceptar mantener con vida a su pequeño sobrino.

me despido muy cordialmente Albus Dumbledore"

—te dije que algo malo había pasado —

—oh, Vernon, que haremos ahora, no quiero tenerlo cerca de Dudley —para ese momento ya se encontraba en un momento de desesperación, si era hijo de su hermana seguramente sería un fenómeno —ya se ¿y si lo dejamos en un orfanato? veras que no se darán cuenta ¿o sí? —

—no seas tonta mujer, claro que se enteraran, nos están prometiendo dinero, mucho dinero, además aun es un mocoso baboso no hará nada que nos perjudique y podemos enseñarle a Dudley que se debe de mantener alejado de él.

—tienes razón, así podremos darle una mejor vida a nuestro niño —apenas termino da hablar el llanto de un bebe se escuchó en el interior de la casa y ninguno dudo en empezar a correr para ver que le sucedía a su niño, a su Dudley, dejando de esta triste forma en el olvido al pequeño niño que ahora estaba a su cargo, su para nada deseado sobrino, Harry Potter, engendro de aquellos temibles y horrendos fenómenos mágicos.



















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