Por qué luchamos

Capítulo 15 - Quiero saber qué nombre poner en su lápida

"¿Sentiste eso?" preguntó Harry.

"¿Como si la tierra se moviera?" preguntó Hermione en voz baja, con los ojos aún cerrados mientras se aferraba a Harry. Quería que él la besara de nuevo. Quería entregarse a algunas de sus fantasías más dóciles. Estaba viviendo en un sueño casi perfecto y más que nada, quería que el sueño continuara. Sin embargo, Harry no había vuelto a besarla, lo que hizo que ella lo añorara más. De hecho, se sentía como si se estuviera escapando de su abrazo.

Lentamente, el cerebro de Hermione comenzó a funcionar normalmente una vez más mientras los labios de Harry permanecían desconectados de los de ella. Comenzó a darse cuenta de que había sucedido algo que no solo capturó la atención de Harry, sino también la de todos los demás. Un pesado silencio se había apoderado de todos ellos y alguien había apagado la radio. Hermione miró a su alrededor y notó que todos habían dejado de bailar y miraban alrededor con ansiedad.

Antes de que pudiera hacer alguna pregunta, Harry tomó la mano derecha de Hermione con la izquierda, mientras sacaba la varita de la funda escondida en la manga. Luego comenzó a guiarla a través de la multitud, girando la cabeza de un lado a otro, buscando algo. Hermione sintió que algo pesado se asentaba en su estómago y un escalofrío le recorrió la espalda mientras continuaban entre la multitud. Comenzó a rezar en silencio para que no fuera lo que estaba empezando a sospechar que era.

"¿Qué ocurre?" preguntó Hermione, tratando desesperadamente de suprimir su miedo creciente. Harry negó con la cabeza lentamente mientras examinaba la habitación. Hermione comenzó a sentirse muy nerviosa y comenzó a alcanzar su propia varita tan digna y modestamente como pudo. Sin embargo, Harry lo estaba haciendo muy difícil al guiarla. Si él simplemente se detuviera, estaba segura de que podría conseguirlo sin mostrarle a todos su ropa interior.

"No estoy seguro." Respondió Harry, todavía guiándola a través de la multitud de adolescentes de aspecto tenso. "Neville".

Harry se detuvo cuando encontró a Hannah y Neville, ambos mirando a su alrededor con ansiedad. Hermione aprovechó la oportunidad para deslizar su mano por debajo de su vestido y agarrar su varita que había escondido en su liguero, agradeciendo a su madre por insistir en que usara medias en lugar de pantimedias. Sintió que se sonrojaba y agradeció a los dioses que Harry y todos los demás estuvieran distraídos en ese momento.

"Neville, ¿dónde está tu red flu? Creo que sería inteligente enviar a todos a casa lo más rápido que podamos". Harry declaró con total naturalidad.

"Está en la sala de estar". Neville dijo luciendo extremadamente nervioso. Hermione recordó que era la misma mirada que había tenido en su rostro hace unos años cuando Snape había hecho que todos probaran sus propios antídotos en sí mismos.

"Es tu partido, necesitas que te sigan". dijo Harry. Neville miró a Harry por un momento. Hermione y Hannah miraban a los dos chicos, esperando aunque no estaban seguras de qué.

"¡NEVILLE!" espetó Harry, haciendo que Neville se estremeciera.

"Derecho." Neville dijo nervioso. Le dio a Harry una especie de mirada suplicante como si quisiera que Harry se hiciera cargo, pero su amigo simplemente parecía estoico. Neville suspiró y luego se enderezó mientras se giraba para dirigirse a sus invitados.

"¡Um, todos! Escuchen, los llevaré a todos al Flú y enviaremos a todos a casa. Lo siento, pero creo que es una buena idea que todos se vayan a casa. Por favor, sigan a través de esas puertas. Manténganse juntos y mantengan la calma". Neville dijo sonando mucho más confiado de lo que se sentía. Hannah le dio un apretón en la mano y él le sonrió antes de volverse hacia Harry, quien asintió con la cabeza al anfitrión, que ahora se dirigía a las puertas dobles con sus invitados comenzando a seguirlo, murmurando entre ellos a medida que avanzaban.