La Librería y el Mundo Oculto

Capítulo 8. Huída, explosión.

Al día siguiente Susane y Jake partieron en busca de Yaiza. Aunque Belle había insistido y mucho en ir, los dueños de la casa del árbol decidieron que lo mejor era que se quedara segura en esta, ya que debían protegerla a toda costa, no sabían lo que le había pasado a la otra amiga, donde estaría o si habría algún peligro.

—A ver, Susane, aquí es donde empezamos el entrenamiento y de donde Yaiza se alejó.

—Dividamonos por alrededor y miremos a ver si encontramos alguna pista. - dictó Susane.

Y así, no fue hasta pasada media hora que Susane gritó.

—¡Jake, por aquí!

Cuando este llegó a la escena se dio cuenta por lo que había gritado su tía: huellas frescas.

—El día anterior llovió, esto explicaría que el terreno estuviera húmedo por lo que a la vez estaba enfangado y gracias a eso podemos ver reflejadas las huellas de Susane, sigámoslas.

Ambos hicieron un hechizo para poder seguirlas más rápidas, este consistía en ponerse cada uno un par de alas así no se cansarían tanto por el camino, aunque este hechizo no podía durar mucho ya que estas estaban reservadas para las hadas y más de media hora usándolas consistía rendir cuenta al Tribunal mágico del Reino de la Fauna y la Naturaleza.

Media hora después acabado su hechizo y siguiendo las huellas de Yaiza se dieron cuenta con horror que estas se perdían ahí puesto que entraban en un camino pavimentado.

—Preguntémosle a los árboles de aquí.— dijo Susane mientras procedía a arrodillarse ante uno.

Jake la observó y se empezó a preocupar cuando vio que a su tía se le aceleraba la respiración y comenzaba a sudar.

—¡Jake!, corramos. Ya se donde están. Todo parece indicar que entraron a la casa de los enanos traidores Nira y Fonres, además el fiel seguidor de Amaya, Veni, ese fauno despreciable se encuentra allí.

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Cuando Yaiza despertó estaba en la habitación de la segunda planta donde la habían hospedado la noche anterior.

Se desperezó y se sentó en la cama. Fue entonces la extraña conversación que mantuvo con los enanos, primero habían comentado sobre su familia con pena lo que le había pasado a su hermano y a ella, entonces se alteró un poco y después ella ya no recordaba mucho. <<Me desmayé>> -pensó. Sin embargo no era motivo suficiente para ello e intentó recordar los detalles y fue entonces cuando recordó al fauno abriendo levemente la boca pronunciando lo que parecía un hechizo y de reojo vio como un extraño humo violeta salía de sus manos, pero lo había pasado por alto porque solo fue un segundo y después se desmayó.

—¿Por qué querrían dormirme?

Todo le olía mal y decidida se levantó e intentó abrir la puerta y fue entonces cuando un aterrador pensamiento le vino a la cabeza.

—Me han encerrado... deben ser seguidores de Amaya. ¡¿Ahora qué voy a hacer?!

En ese momento sonó una voz a través de la puerta, que parecía ser de la enana Nira.

—Pronto todo irá bien niña, te entregaremos a nuestra verdadera Reina, ella cuidará de ti, no temas. Tus padres te abandonaron, fueron unos traidores, no te creas lo que digan malo de nuestra gran Amaya. Veni ha ido a buscar a la policía, pronto te llevarán y solucionarán este asunto.

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Susane guiaba a Jake a través del bosque.

—Tía, ¿Seguro que estamos yendo por el camino correcto? No me suena de nada este trayecto.