La Librería y el Mundo Oculto

Capítulo 10. Despedidas.

En los días posteriores las chicas asistieron a las clases de Jake. Belle avanzaba en su aprendizaje y ya sabía realizar los conjuros de las primeras lecciones sin problemas y aunque Yaiza había sacado su magia interior en la lucha que tuvo contra los seguidores de Amalia parecía haber sido el calentón del momento puesto que aunque Jake tratara de enseñarle, esta no conseguía canalizar del todo su energía, aunque sí que era verdad que lo hacía más que al principio.

-¿Cuándo se lo vas a decir? -Preguntó Belle a Jake una noche.

- Estoy esperando la confirmación de los reyes y me parece que pronto llegará.

Belle y Jake se habían hecho al hábito de dar un paseo nocturno después de cenar. A Belle le gustaba contemplar el brillo de las hadas por las noches, sus bailes serenos y junto a Jake le parecía muy romántico, si bien no habían avanzado mucho desde aquella cita, disfrutaba mucho pasear de la mano con Jake, se había convertido en su lugar seguro y en aquel en el que descansar tras un día de intensas prácticas. La confianza con él se veía reforzada y estos recorridos a la luz de la luna le permitían conocerse más el uno al otro.

Estaban volviendo del camino a la casa y pudieron observar que Yaiza les esperaba fumándose un cigarrillo en la puerta del árbol.

-¿Bueno, me vais a decir que tenéis vosotros dos?

Belle y Jake se miraron como petrificados sin saber qué responder.

-No se, Jake, he notado que me evitas y en las clases me dejáis de lado. Ya se que me cuesta más y me he quedado atrás y que esto va a ser complicado para mi, pero es por eso por lo que tendrías que estar más atento en enseñarme a mí, porque me cuesta más. Estoy frustrada y para colmo vuestros paseitos después de cenar. ¿Por qué no me invitáis a irme con vosotros? ¿Es que soy como una mierda aquí apartada?

- Yaiza, no es lo que parece, estás sacando las cosas de contexto...

-¿Cómo que de contexto? Tú podías intuir que a mi me gustaba Jake y lo primero que has hecho es querer arrebatarme eso.

Jake se quedó muy sorprendido ante estas últimas palabras de Yaiza ya que él no imaginaba que esta sintiera algo por él.

- ¿Cómo? Yo no sabía que te gustaba Jake, tan siquiera me dijiste nada. Yo no te estoy intentando arrebatar a nadie, simplemente ha surgido... -Belle fue interrumpida por Yaiza.

-¿Ha surgido?... ¿Véis como no estaba tan loca? Tenéis algo que me intentabas ocultar Belle, cuando tú sabías que él me gustaba.

- Pues yo no sabía nada, te lo creas o no. Además si de algo te sentías insegura habérmelo comunicado cuando así lo sentías en vez de reprochar ahora.

- Pero tan amiga que eres no se... Yo creo que podrías haberte dado cuenta.

Al escuchar los gritos que provenían desde afuera Susane salió de la casa del árbol a ver qué ocurría.

- ¿Pero qué ocurre aquí? ¿Qué son esos gritos?

- Que quien creía que era mi amiga tal vez no lo sea tanto. Me siento decepcionada. Míralos como se van de paseito juntos. ¿Acaso me dicen de unirme cada vez que se van, Susane? Venga, responde con franqueza.

- Sí es cierto que no te dicen nada, pero no hay que hacerlo todo juntos y ellos están empezando algo y para eso necesitan pasar tiempo juntos a solas.

Yaiza miró ofuscada a Susane lanzándole una intensa mirada.

- ¡AH! -gritó Yaiza- ¿Qué tú sabías que estaban empezando algo? Y encima lo defiendes. ¿Es idea tuya juntar a estos dos que no pegan ni con cola? Estaba claro desde el principio que la personalidad de Jake como que va más con la mía. ¿Les has lanzado un conjuro vieja loca? Ya estoy harta de todos -hizo una pausa mientras todos la miraban atónitos. Sabía que se había pasado con esto último que había dicho y le cayó una lágrima pero no titubeó cuando prosiguió- está claro que desde el principio no he encajado del todo, no puedo usar mis poderes y encima me perdí. Sí, tal vez fue culpa mía, pero juro que no pretendía hacerlo. Ya no quería ver más como Belle se hacía la mosquita muerta con Jake después de hacer un conjuro para que este la recogiera entre sus brazos. Y tú Susane tampoco te has molestado en enseñarme si tanto te preocupas...