𝑀𝑒ℎ𝑡𝑎𝑝 𝑆𝑢𝑙𝑡𝑎𝑛|⁰

Alianza entre Mahidevran y Hurrem.

──¿Sultana? ── Mahidevran me miro preocupada,mientras Suleiman me cargaba.── ¿Que le ocurre?

Nada, no respondí seguí llorando como
Una magdalena, deje de llorar cuando escuche los pasos de Hatice hacerse presentes.

──Majestad. ──Reverencio la hija de Selim.

──¿Que ocurre Mehtap?── Suleiman ignoro completamente el saludo de Hatice. ── Dime, no importa quién te ha hecho algo, no importa ni su rango.

Disimuladamente dirigí mi mirada a la Sultana que tenía atrás, olvidandome completamente del moretón que me había hecho al correr.

El Sultán Suleiman y Mahidevran se dieron cuenta instantáneamente del moretón, pude escuchar un suspiro salir de Mahidevran.

──Mahidevran.── Hablo Suleiman.──Llevate a Mehtap al palacio, nos encontraremos allí y que las doctoras la revisen.

──Por supuesto.── Mahidevran tomo mi mano y caminamos al carruaje, el cuál nos llevo directamente a Topkapi.

Una vez entramos, La sultana Mahidevran no se separó de mi por nada del mundo, estuvo a mi lado en toda la revisión y cuando las doctoras terminaron de curarme, la Sultana muy cariñosamente me acaricio la cabeza.

Luego de eso, como treinta minutos después, Suleiman citó a todas las mujeres que formaban parte de su circulo cercano.

── Hijo.── Hablo La Valide.──¿Donde esta Hatice? Si Mehtap esta aqui, es por que Hatice esta aquí.

──Ella no esta aquí, y tampoco quiero verla.── respondió Suleiman.── La razón por la que Mehtap esta aquí, es por que a partir de hoy, vivira en este palacio.

Pude ver como Gulfem, Ayse Hafsa, Mukerrem y Hurrem se sorprendian, Gulfem se mantuvo seria, La Madre Sultana se enojo, Mukerrem rodo los ojos y Hurrem simplemente sonrió.

Mahidevran no dejo mi mano por ningún momento y cada que levantaba la mirada, me dedicaba una sonrisa.

──¡Eso es imposible!── Grito Ayse Hafsa a su hijo.── Una niña debe estar en compañía de sus padres, ella debe volver con Ibrahim y Hatice.

──Claro.── Dijo Suleiman con sarcasmo. ── Prácticamente Hatice la boto de su familia.

──Mi hija no haria eso.

──Entonces ve y preguntale Madre, si crees que Hatice no es capaz de hacer algo así, anda, dile.

La Madre Sultana salió indignada de la habitación, con Gulfem y Mukerrem detras de ella.

Dejando en la habitación a Suleiman, Mahidevran y Hurrem, la pelirroja se acercó al Sultán y acaricio su mano, Suleiman le dedico una leve sonrisa.

──Mahidevran, Hurrem.── Llamó Él.──Confio en ustedes, crien a Mehtap como si de su propia hija se tratase.

Mahidevran y Hurrem se dedicaron una mirada clara, ninguna de las dos estaba de acuerdo con la idea de convivie juntas, pero acabaron aceptando.

Luego de eso, Suleiman salió de la habitación dejandonos a las tres solas.

──Hurrem.── Susurró Mahidevran intentando ocultar su descontento con una sonrisa.

──Hagamos un trato Mahidevran. ── Pidió Hurrem intentando sonreír.──Solo hasta que la pequeña Sultana crezca lo suficiente y ya no nos necesite.

──¿Que propones? ──Pregunto Mahidevran.

──No quiero que la niña crezca en un ambiente conflictivo, las dos somos madres y deseamos lo mejor para nuestros respectivos hijos.── Hurrem se acercó hasta Mahidevran para quedar frente a frente.── Propongo una pequeña Alianza, ninguna molestara a la otra, llevaremos la fiesta en paz hasta que ella crezca.

──Me parece bien.── Mahidevran miro directamente a los ojos de Hurrem.──Solo tengo una condición.

──¿Cuál?

──Ninguna atentara contra los hijos de la otra.

──Me es justo.── Hurrem extendió su mano hacía Mahidevran.── ¿Trato?

──Trato.── Mahidevran tomo la mano de Hurrem para luego soltarla.── Ire a contarle la noticia a mi príncipe, te la encargo.

──Haz crecido mucho Mehtap.── Hablo Hurrem mientras camino hasta sus aposentos.──No creas que no te visite estos ultimos dos años por que no quise, Hatice me prohibio estrictamente acercarme a alguno de sus hijos.

──No se preocupe Sultana.── Dije sonriendole.

Ella era una de las razones por las que había cambiado de realidad, por lo que me emocionaba el tenerla cerca y mucho más la idea de que ella me iba a cuidar.

Ella y Mahidevran eran las mujeres que más admiraba en este mundo, por lo que me emocionaba estar aqui, junto con ellas.

──Mihrimah siempre quiso una hermana, se alegrará al saber que ahora estarás aquí.

──Me alegra tener una amiga.

Hurrem se detuvo en medio del camino y se arrodillo, quedando frente mío, para luego empezar a acariciar mis cabellos.

──No te sientas mal por lo que hizo Hatice.── Murmuró dulcemente.── Yo me encargare que no sientas ese vacío para nada, te cuidare como si de mi propia hija se tratase.

──Se lo agradezco.── Me atreví a darle un beso en la mejilla, ganando que la maravillosa mujer que tenía enfrente me cargase hasta los aposentos.