𝑀𝑒ℎ𝑡𝑎𝑝 𝑆𝑢𝑙𝑡𝑎𝑛|⁰

MALDITOS SEAN HURICIHAN Y BAYACETO.

──Bestie, ¿Donde estabas?──Pregunto Nurbanu al verme.

──Salí hacer unas cosas, nada importante.──Explique.──¿Como estás?

──Por un lado más tranquila, por otro lado siento como si me hubieran arrancado el alma.

──Todavía esta Selim, tienes a tus hijas, no te puede pasar nada.

──Mehtap.──Llamo Nurbanu.──A ti o a Selim les llega a pasar algo y me muero, no podría soportar perder a alguno de los dos.

Las palabras de la bruja hicieron eco en mis oidos, e inconscientemente mi corazón se estrujo.

──Nunca me va a pasar nada a mí.──Sonreí.──Yo siempre estaré aquí, recuerda, Hierba mala nunca muere.

──Hasta la hierba mala puede morir.

──Tranquila, estare bien.

──Si tu lo dices.──Guardo silencio.──¿Has visto a Mihrimah y Kosem? No las he visto desde que vi el cadaver de Ayse Hafsa.

──Yo tampoco las he visto, ¿Me echaron la culpa?

──Si, a ti y a Hürrem.──Rio ella.──No se que tienen contra ustedes, pero todo lo que pasa en este palacio es culpa suya.

──Si no lo fuera me asustaría.

Ambas reimos y comenzamos a caminar, queriamos ir en busca de las otras dos integrantes del grupito, por lo que nos fuimos a la habitación de Mihrimah, allí las encontramos.

──Holita.──Salude.

──Hola.──Sonrieron.

Las cuatro nos dimos un fuerte abrazo, aunque la situacion era que la cosa empeoraba, un abrazo era lo que necesitabamos en este momento, por lo que nos fundimos fuertemente en uno.

──El grupito Subnormal junto al fin, de nuevo y como debe ser.──Dijo Kosem mientras reiamos.

──Yo sigo siendo la fundadora.──Bromee al recorda que en un momento de puro aburrimiento creamos este grupo, conformado por nosotras cuatro.

Y bueno, copetito, el perrito de Nurbanu, al cuál mandamos a Rusia con los niños para que no les pasara nada.

──No quiero interrumpir el momento, pero.──Hablo Nurbanu.──¿Ya saben quién es la rata?

──Tenemos una idea.──Explico Mihrimah.──Escondamos en el cuarto de Bayaceto.

Las cuatro hicimos eso y esperamos pacientemente a que Bayaceto o alguien entrase a esa habitación, al cabo de unos diez o veinte minutos entraron Bayaceto y Huricihan a la habitación, ambos conversaban, es alli, señoras y señores que nos dimos cuenta de que esta parejita de roedores eran los que habían estado pasando información al ejercito enemigo, por eso nuestros planes nunca funcionaban.

Empezaron a hablar de que el siguiente en morir deberia ser Selim, pesima decisión, una Nurbanu endemoniada con un candelabro en la mano le golpe a Huricihan hasta matarla, desfigurandole el rostro en el proceso.

Bayaceto palidecio al ver como el amor de su vida perdió el aliento, y que su bello rostro terminará de ess forma.

──¡Maldita rata!──Grito Nurbanu.

──¡Maldita odalisca!──Bayaceto saco su espada y camino lentamente hasta Nurbanu.

Los ojos de Kösem se tornaron de amarillo y el espejo que tenia en la mano apunto a Bayaceto, al cabo de unos minutos su cuerpo cayo al suelo, asustandonos a las otras tres.

──¿Que carajos..?

──Soy una Diosa.──Dijo levantandose.──Soy la Diosa Amatia del destino, este espejo puede devolver almas como puede arrebatarlas, solo alguien con sangre de diosa o un humano con poderes puede usarlo.

──¿Me lo prestas?──Pregunte al ver su espejo.

──¡Claro que no!──Grito ella.──Si un simple humano lo usa moria si tan solo lo tocase.

──Bueno, Mehtap no es una simple humana.──Bromeo Mihrimah.──La única normal aqui soy yo, Nurbanu es una excelente bruja, Tu eres una diosa, Mehtap viajo entre dimensiones.

──Definitivamente el nombre del grupo nos queda.──Rio Kösem cubriendo su espejo.──Somos subnormales.

──En efecto mi estimada.

──¡Voy a matarla!──Grito Hatice al ver el cuerpo de Huricihan.──Primero mi amada madre y ahora a mi pequeña Sultana.

──Sultana.──La voz de Aslan se hizo presente.──Tenemos que irnos.

──¡Yo no me ire sin haber hecho justicia por mi hija!──Grito el venado.

──Todos en el palacio nos buscan, ya saben que nosotros nos encargamos de pasarle la información a los Safavidas, van a matarnos.

Hatice abrio los ojos con sorpresa y tomo algunas cosas antes de salir de la habitación, ambos corrieron por los pasillos, era evidente que iban a intentar escapar.

Para mi bien o para mi mal, yo vi como huían por lo que al ver que Kösem se distrajo, agarre su espejo sin que nadie se diese cuenta y corrio pasillos fuera.

No iba a dejar que alguno escapase.

Ellos debian pagar.

Este en si es el capitulo final, el siguiente es el epílogo, no se la verdad cuanto dure pero vayan preparandose mentalmente para lo que viene.