──Oh carajo.──Dijo la pelirroja al leer la carta.──¿Qué se supone que hagamos ahora?
──Vamos a dar la cara.──Dijo Suleiman.──Ellos se olvidan de que nosotros tenemos a Rusia de nuestro lado.
──Debí haberlo matado.──Susurre por lo bajo, ganando una mirada de Mustafá.──Si lo hubiera hecho nada de esto ocurriría.
──Esta bien, no fue tu culpa.──Sah sonrió.──Los Safavidas siempre buscan la manera de acabar con nosotros.
──Eso es cierto.──Mahidevran me dio una leve sonrisa.──Matándolo o no, ellos igual nos hubieran declarado la guerra.
──Le escribiré a Iván.──Mihrimah hablo.──Él vendrá enseguida con tan solo una carta mía, después de todo, es loco, ama las guerras.
──Sigo sin entender como se enamoraron.──Dije con una pequeña sonrisa.
──Polos opuestos.──Bromeo Mustafá.
──Como tú y Mehtap.──Nos dio una sonrisa maligna y luego salió de la habitación, dejándonos pálidos a Mustafá y a mi, y confundidos a los demás.
──¿A que se refiere con..?──Hurrem iba a preguntar.
──¡A nada!──Gritamos ambos al mismo tiempo mientras intentábamos no sonrojarnos.
Creo que nos creyeron, o al menos fingieron hacerlo, por que ninguno volvió a decir algo más del tema, el resto de la tarde nos la pasamos organizando armaduras e indicándoles a los jenízaros las estrategias.
Ibrahim lucia muy raro en más de una Reunión decidió ausentarse, a veces pienso que mi cerebro se olvida de hecho con gran trascendencia para esta situación.
Muchos conocen a Ibrahim como el traidor del imperio, era evidente que estaba haciendo algo contra los otomanos, era un hombre que por su ambición al poder era capaz de vender hasta su alma.
Pero al parecer decidi olvidarme de esa informacion y pensar en mi proximo movimiento, esa rata inmunda de Aslan lo pagaria esta vez, ahora si le cortaria la cabeza.
Esta vez me bañaria con su sangre y usaría sus tripas para hacer una parrillada.
──Esta todo listo.──Informo Raziye ha sus tía y madre.
Pues las tres mujeres se encontraban en el bosque de los otomanos, pues ya estaba el ejercito encubierto, los alemanes y safavidas esperaban las ordenes.
──Bien, entronaremos al hijo de Mükerrem dentro de unas horas.──Hablo Hatice mirando a su sobrina.──Nuestros nombres pasaran a la historia.
──Seres la nueva dinastía de los Otomanos.──Sonrió Mükerrem, estaba emocionada de tan solo imaginarse en los libros de historia en un futuro.
Raziye sonrio al ver a su madre tan emocionada, ella era su adoración por lo que la hacia feliz verla feliz.
Después de todo Raziye solo queria poder y proteger a los suyos, los demás le daba completamente igual.
──Lamento interrumparlas.──Hablo Aslan.──Pero creo que ya es momento de salir al campo de batalla, acabo de recibir información de nuestros colaborades.
──¿"Colaboradores"? ¿Hay otro?──Pregunto Hatice.
──Claro que si Sultana.──Explico Aslan.──Pero será en un futuro, él se revelará a su tiempo.
──Comprendo.
──Por cierto.──Volvio a hablar el hombre.──Ataquemos ahora, los otomanos intentaran atacar a las 3 de la tarde.
──Son las 2:30.──Mükerrem miro al hombre.──Bien, hagamoslo.
Ellas corrieron al palacio otomano mientras que Aslan se subio a su caballo y junto al ejercito corrio en busca de los otomanos.
Lo que él no sabía es que teníamos a Rusia con nosotros, ni con dos paises más lograria superarnos en número, eso era evidente.
Eramos más en número, nuestro único problema era que todas nuestras estrategias la sabía el enemigo por lo que tendriamos que estar al pendiente y necesitabamos crear ataques en el momento.
Recuerdo aún el primer ataque que dieron y nos agarraron desprevenidos, cuándo Aslan intento atacar a Mustafá, menos mal mi amado fue más rápido y esquivo la espada.
Ninguno era tan estupido como para no entender esta acción, ahí empezo todo, mi padre agarro el arma y le dio unas palabras a Iván, unas que nadie más que ellos llegaron a escuchar, por lo que me fue imposible saber que habían hablado.
Lo que era cierto es que ambos se separaron y comenzaron a atacar también, los dos ya sabían que tenían que hacer, pero los Safavidas conocían nuestros planes, por lo que evitaban cualquier ataque de nuestra parte.
──¡Comenzó esta maldita guerra!──Grito Suleiman mientras empujaba a un safavida.──¡Les juro que ustedes se arrepentiran de haber tomado esta decisión!
Mustafá y Mehmed atacaban al tiempo que Suleiman hablaba, estaban cuidando de las espaldas de su padre, ninguno de nosotros iba a dejar que algo le pasará a Suleiman.
Y mientras ellos estaban dandolo todo en el campo de batalla, las mujeres mirabamos desde la torre, la sultana Hürrem rezaba para que nada le pasará a su marido.
Mahidevran alentaba a Mustafá desde lejos y Sah daba vueltas por el espacio para calmar su ansiedad.
Definitivamente comenzaba a tronarse oscura la cosa cuando vimos que un Safavida había esquivado nuestra gran estrategia.
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𝑀𝑒ℎ𝑡𝑎𝑝 𝑆𝑢𝑙𝑡𝑎𝑛|⁰
Historical Fiction"𝑺𝒉𝒊𝒇𝒕𝒊𝒏𝒈." , "𝑰𝒎𝒑𝒆𝒓𝒊𝒐 𝑶𝒕𝒐𝒎𝒂𝒏𝒐.", "𝑯𝒖𝒓𝒓𝒆𝒎." 𝑬𝒏 𝒆𝒔𝒂𝒔 𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒑𝒂𝒍𝒂𝒃𝒓𝒂𝒔 𝒔𝒆 𝒓𝒆𝒔𝒖𝒎𝒊́𝒂 𝒍𝒂 𝒔𝒊𝒕𝒖𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂, 𝒑𝒓𝒆𝒈𝒖𝒏𝒕𝒂́𝒏𝒅𝒐𝒔𝒆 𝒔𝒆𝒓𝒊𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕�...