La Persona Correcta.

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—¡Tori!— escuché que alguien a mis espaldas me llamaba así que me gire para mirar de quién se trataba.

—¡Sikowits!— los saludé del mismo modo— ¿Me necesitas?— pregunté con curiosidad.

—No, solo quería saludarte además estoy seguro que tenía algo que hacer pero lo acabo de olvidar— contestó— así que dime ¿Como te va?— preguntó poniendo su completa atención en mí.

—Pues bien, no me quejo— respondí con una pequeña sonrisa.

—¿Qué hay del amor? ¿Sigues saliendo con la bailarina pelirroja?—lo mire con la ceja arqueada y el solo sonrió.

—Si, sigo saliendo con ella ¿Tú cómo sabes?— lo mire con intriga como respuesta solo se encogió de hombros.

—Ademas de verte siempre con ella, también se muchas cosas...— me miró por unos segundos y luego volvió a hablar— y dime ¿Ya son novias?— comentó mientras colocaba el popote de su coco entre sus labios para beber de él.

—Okey... Amm no por el momento solo salimos— aclare aún confundida por la plática que tenía con mi profesor.

—Interesante— dijo mientras me miraba fijamente y seguía bebiendo de su coco.

—Bueno... Yo iré a clases— avisé pero su mirada seguía sobre mí lo que me ponía nerviosa.
Se que es raro pero a veces lo es mucho más.

—¡Oh ya recordé!— exclamó de repente antes de que me fuera— tenía que ayudar a Lane ya que Sinjin se atasco en la máquina de dulces... de nuevo— explicó provocando mi sorpresa y ligera preocupación— Nos vemos Toro— se despidió.

—Es TORI y... Ay ya olvídalo— dije ya que solo me ignoro y se marchó.







En la hora del almuerzo, camino al café asfalto, me encontré con Mónica que como siempre venía con una enorme sonrisa.

—Tori que bueno que te encuentro— dijo y yo sonreí.

—Aqui estoy ¿que sucede?— pregunté.

—Nada solo quería saber si hoy podemos almorzar con mis amigas, ellas también quieres conocerte más—me dijo con un puchero al cual no me pude negar. Y es que creo que era justo. Últimamente ella había estado conviviendo con mis amigos creo que ahora era mi turno de hacer lo mismo.

—Claro que sí— le dije con una sonrisa, ella soltó un grito de emoción, tomo mi mano y me hizo seguirla hasta donde estaban sus amigas.
Pasamos cerca de mis amigos, con una sonrisa y una ademán los saludé, ellos me miraron confundidos.

—Les dije que si vendría— comentó con una sonrisa a las dos chicas que la miraban sonrientes.

—Pues la verdad no estábamos seguras es un verdadero milagro que estés con nosotras— dijo una rubia de ojos verdes que de vez en cuando me examinaba con la mirada.

—¿Nos vas a presentar a tu novia?— preguntó una pelinegra de ojos marrones mirándome de la misma forma que la anterior.

—Si, ya saben quién es, su nombre es Tori— les dijo y ellas sonrieron— Tori, ellas son Tania— señaló a la pelinegra y Chloe— la rubia asintió al escuchar su nombre.

—Hola, que gusto conocerlas— les dije con una pequeña sonrisa.

—Entonces tu eres la que nos robó a nuestra amiga— comentó la chica llamada Chloe.

—Eres su novia y ni siquiera te has dignado en presentarte— comentó la otra y yo no solo estaba confundida si no incómoda por el ataque.

—Pero aún no...— iba a aclarar que Mónica y yo aún no éramos novias por qué era obvio que ellas creían que sí pero la pelirroja me interrumpió.

Ni Amigas, Ni Enemigas. (Jori)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora