Un Juego.

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Rompí el beso, mire a Vega e hice el intento de irme pero está vez su agarre se hizo más fuerte, lo que me impidió hacerlo.

—¿Enserio Jade?— preguntó con enfado— ¿vas a jugar a esto siempre? peleamos, me besas, luego huyes para después darme una tonta excusa para justificarte— suspiré y desvíe la mirada hacia otro lado.

—Vega si piensas que me gustas solo por esto déjame decirte que estás equivocada, yo solo no sé que me pasa— contesté regresando mi vista a sus ojos.

—¿Cómo que no sabes que te pasa?— preguntó.

— Si no sé que me pasa...— repetí haciendo que soltará un bufido.

—Entonces es un juego, ¿me quieres molestar de esta forma?— negué levemente mientras ella continúo hablando— vamos dime ¿Es un juego? ¿Quieres que finjamos ser amigas en mi casa, enemigas en la escuela y novias a solas?— preguntó con un deje de ironía, parecía que todo esto le molestaba tanto que ahora se daba el lujo de ser sarcástica.

—No digas tonterías Vega— me safe de su agarre pero no me moví, ni deje de mirarla.

—No son tonterías Jade, necesito respuestas, necesito saber de que se trata todo esto, no quiero ser el juguete con el que te diviertes— reprochó.

—¿Tú quieres eso? ¿Quieres jugar conmigo? Parece que eso te gusta y no solo juegas conmigo, si no con la pelirroja irritante y la zorrita de haya afuera— reclamé y ella negó.

—Yo no juego con nadie, al contrario de tí a mí no me gusta jugar con los sentimientos de las personas— solté una risita amarga y ella bufo molesta.

—Claro, la señorita perfecta nunca haría algo así—solté sin pensar.

—Si Jade lo que digas, no pienso seguir discutiendo— me dió una mirada seria para después girarse y dar un paso dispuesta a irse pero algo la detuvo— solo te diré una cosa, si vas a seguir con esto atente a las consecuencias— dijo con firmeza dándome la espalda, al terminar simplemente camino a la puerta y sin mirarme la abrió y se fue, no sin antes dar un portazo.

Solté un sonoro suspiro, sacando el aire que contenían mis pulmones, me sentía tensa y algo ansiosa, una pequeña punzada se hacía presente en mi pecho, no entendía porque, se supone que me hace feliz ver a Vega tan molesta, había cumplido uno de mis cometidos, entonces ¿por qué me siento así?

Tome una profunda respiración y como si nada salí del lugar en busca de mis amigos, cuando llegue a dónde se encontraba el tumulto de gente, sin poder evitarlo busque con la mirada a Vega que ya se encontraba de nuevo con su amiguita. No le tomo ni cinco minutos ir tras ella.

Algo dentro de mi quería ir a dónde estaba pero no quería llamar la atención de todos.

—¿Dónde estabas?— preguntó Puckett en cuanto me senté a su lado.

—Por ahí— contesté con simpleza.

—No pues si, que gran respuesta— puse los ojos en blanco al escucharla.

—¿Y Carly?— pregunté cambiando el tema para que así dejara de molestar.

—Bailando con Cat y Trina— señala a las tres chicas que parecían estar muy concentradas en bailar que en otra cosa a su alrededor.

—¿Por qué no estás con ella?—

—Lo estaba pero ya me cansé ¿Tu porque no estás con Tori?— un escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar ese nombre.

—Beck y Robbie ¿Dónde estan?— mire al rededor en busca de los dos chicos.

—Andas muy preocupada por todos o solo es porque no quieres hablar de Tori— negué y seguí en la tarea de buscar a la pareja ignorando a la rubia —Está bien, ya, no hablaremos de ella— la escuché decir.

Ni Amigas, Ni Enemigas. (Jori)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora