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Sandu Shengshou siempre se ha destacado por ser estricto en sus ordenes, en que siempre todo se haga tal cual lo ordena, todos admiran ese rigor del líder de Lotus Pier, todos conocen ese aspecto pero Jin Ling solo reconoce a quien por ahora quedó...

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Sandu Shengshou siempre se ha destacado por ser estricto en sus ordenes, en que siempre todo se haga tal cual lo ordena, todos admiran ese rigor del líder de Lotus Pier, todos conocen ese aspecto pero Jin Ling solo reconoce a quien por ahora quedó rendido sobre su propio asiento.

El joven Jin escucha ese leve ronquido proveniente de su único familiar que quiere, incluso puede tener un leve recuerdo de ser arrullado por ese ronquido cuando era un bebé berrinchudo.

— No quiso ir a dormir de inmediato joven líder Jin, quería hablar con usted primero... pero uso mucha energía espiritual — si bien Jin Ling siempre tenía a un secuaz para cuidar a su Jiujiu, su segundo al mando, Zhen Qiang.

— Lo entiendo, llevémoslo a su dormitorio — mencionó Jin Ling adelantándose y aguardando los pergaminos que tenía sobre la mesa.

— Le dire a las concubinas para que...

— No, sólo preparen su dormitorio yo cuidaré de mi Jiujiu hoy.

Zhen Qiang se retiró dando una reverencia y con una media sonrisa en su rostro, había pronosticado esto. Aviso a las concubinas las órdenes del joven Jin y mando a llamar a mas discípulos para que le ayudasen con su líder.

Ya en la mañana se encargarán de los pendientes por ahora el líder de Lotus Pier estaba en casa. Con su familia.

Madam Lan realizó un excelente trabajo no por nada el anterior Jiang WanYin le confió el cuidado de su versión joven, sabía que lo necesitaría

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Madam Lan realizó un excelente trabajo no por nada el anterior Jiang WanYin le confió el cuidado de su versión joven, sabía que lo necesitaría.
Lan WangJi se mantuvo inseparable de su amado, constantemente revisaba su pulso y le pasaba energía para que esté se recuperase mejor, todos lo necesitaban aunque en un momento más egoísta él era quien más lo necesitaba.

Como si los dioses supieran de esa urgencia mandaban un clima perfecto, un cielo despejado, un sol brillante pero sin llegar a ser molesto por el calor.

Por algunos pequeños agujeros hechos por las recientes guerras entraban pequeños destellos del brillante astro rey, el cuerpo de Jiang WanYin se sintió más liviano, sus ojos más descansados pero sobre todo también despertó su estricto sentido de responsabilidad que siempre se le inculcó; abrió sus ojos lentamente mientras se acostumbraba al brillo solar, todo era pacifico pero no tanto como el bello rostro de su esposo durmiendo con medio cuerpo en la cama sosteniendo su mano. Solo un suave movimiento ocasionó que Lan WangJi despertara y WanYin se culpaba por interrumpir ese pacífico rostro.

Mundos cruzados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora