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— ¡¿Que clase de burla es esta?! ¡Más perros Jin en esta secta! — la voz imponente de Nie MingJue se escuchó en todo el patio principal

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— ¡¿Que clase de burla es esta?! ¡Más perros Jin en esta secta! — la voz imponente de Nie MingJue se escuchó en todo el patio principal.

— A-Jue, no digas eso... — su marido trataba de calmarlo.

— Con el respeto que se le merece usted no tiene nada que replicar, no es su secta ¡metiche! — Nie MingJue jamás espero esa respuesta, jamás se espero que la dulce y tranquila dama Jin Su, antes llamada Qin Su, fuese tan... aguerrida.

— ¡A-Su! — sus hermanos mayores le regañaron pero ella les ignoró sin dejar de lado esa posición de orgullo que tenía, un rasgo que era herencia de su padre Jin.

— ¿Qué? ¿Vamos a dejar que este señor nos hable así? — replicó la dulce joven — Mamá nos advirtió que jamás nos dejáramos de nadie... y eso lo incluye a usted, líder Nie — el líder Nie no soporto ese trato de un miserable Jin, sobre todo un bastardo.

Jiang WanYin llegaba viendo cómo los hermanos Jin estaban en la entrada de Lotus Pier y Nie MingJue les bloqueaba dar un paso más teniendo el mango de baxia en su mano, un sonido electrizante y familiar se escuchó justo después una luz violácea iluminó la entrada, el líder temporal Jiang había llegado e interrumpido lo que sea que intentará el líder Nie contra los hermanos Jin.

— En primera respeten y cuiden mi secta así como yo he cuidado y respetado a cada integrante de sus sectas...

Jin Su miraba los pies de Jiang WanYin al ser mujer estaba con la mirada al suelo pero podía distinguir algo diferente en este WanYin, su voz era distinta.

— En segundo lugar yo se a quien le doy asilo o no, los Jin nos han ayudado muy activamente aún sabiendo que su vida corre peligro. Líder Nie, se le dio un pabellón exclusivo para precisamente evitar este evento y...

— ¡Ja! ¿Ahora no puedo caminar por una secta amiga? ¿O acaso tan valiosos son los Jin que nadie tiene permitido verlos? — interrumpió el Nie siendo ese su primer error, ese no era Jiang Cheng, el joven, era el gran Sandú ShengShou y nadie debía interrumpirlo.

— ¡Ya silencio! — el grito de otra persona se escuchó, WanYin volteo a la dirección donde se escuchó esa voz notando como Lan Fūren traía consigo a un niño — Debes controlar tus hormonas de doncel embarazado, no eres el maldito centro de atención aquí, debes cuidarte.

— Ahora también Lan Fūren está de acuerdo con que los perros Jin estén aquí paseándose como si nada, sin pagar por lo que han hecho a nuestras sectas ¡¿que les pasa?! — insistió MingJue sin soltar del mango de la espada a baxia.

Lan Qing apretó el puente de su nariz en señal de frustración pero no podía alterarse o adelantaría su parto, de hecho ni siquiera Nie MingJue debía estar de pie debido a la alarma de parto prematuro que presentaba.

— Nie MinShan, toque unas notas de Claridad para su marido y contrólelo, mi cuñado puede ayudarle a calmarlo, hágalo antes que se le desvíe el Qi por las hormonas — sugirió Lan Fūren y eso al líder Nie lo molesto, nadie debía darle órdenes a su esposo.

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