【🅲 | ​🅴】 ||ɴᴏʀᴇɴ||

Capítulo 11

Renjun se apoyó contra la pared, mientras observaba como al otro lado del auditorio, Christopher coqueteaba con unas porristas, esto era una mierda, pero eso le sucedía por ser el sucio secreto de un imbécil. ¿Tan difícil era aceptar tu sexualidad? Al parecer si, Renjun comprendía la situación, cuando ingreso al instituto, llegó con los típicos sueños de adolescente acabado de salir de la escuela secundaria, quería experimentar nuevas experiencias, conseguir una novia, perder la virginidad... solo que con Renjun no funcionaron las mujeres. Mierda. Era difícil darse cuenta de que lo que creíste que querías en realidad no era lo que necesitabas. No le costó trabajo aceptar que debería de experimentar con hombres... hombres... no tipos en plena pubertad con miedo a salir del armario.

—Chris es un idiota —murmuró

—Te lo advertí —dijo Jeno. Renjun pegó un brinco del susto, no lo había escuchado acercarse.

—¡Tonto! No hagas eso —se quedó Renjun con una mano en el corazón. —¿Qué haces aquí? —Jeno jamás asistía a los festejos de la escuela, siempre estaba muy ocupado, muchos decían que era un arrogante de mierda que no quería tener amigos. Pero Renjun sabía la verdad. Jeno trabajaba por las tardes en una tienda de comestibles, en ocasiones por las noches ayudaba a lavar platos en un restaurante, Jeno trabajaba muy duro, era el primero en la clase, el capitán del equipo de futbol, y según los rumores había conseguido una beca para la universidad.

—Pensé que sería bueno venir a la fiesta de mi propio equipo —Jeno dejó escapar una risita sin humor.

—Tiene sentido —el equipo había ganado el pase para el campeonato regional, era un gran logro. No era que antes no hubieran ganado nada, el equipo de futbol era lo mejor que tenía la escuela, pero Jeno solo jugaba, no convivía de manera personal con nadie. Prácticamente Renjun lo obligaba a ser su amigo. Al menos eso fue lo que había dicho Christopher en muchas ocasiones. Renjun observó distraídamente a su ex mientras se inclinaba para susurrarle algo al oído a una chica. No tuvo tiempo de sentir celos o ira, Jeno lo sujetó del brazo y lo arrastró fuera del auditorio. Renjun no se resistió, le vendría bien alejarse del lugar.

No fueron muy lejos. Llegaron al área de vestidores. Jeno lo empujó contra uno de los anaqueles de metal.

—¿Qué le ves a ese idiota? —Jeno murmuró, dando un paso demasiado cerca para su comodidad. La mano del chico se instaló en la parte baja de la espalda de Renjun, y el sistema nervioso de Renjun se volvió loco, chasqueando y chispeando con vida. Prácticamente podía oler el fuego eléctrico. Cristo, claramente la presencia de Jeno constituía el problema más grande aquí.

Eran amigos, solo amigos, bastante era tener su amistad, pero secretamente Renjun siempre había sentido algo más por Jeno. Sentimiento que había enterrado en lo más profundo de su ser, ya que no podía obtener nada al respecto. Jeno no tenía novia, al menos que él supiera, las chicas siempre andaban tras de él. Simplemente el aura peligrosa de Jeno era suficientemente tentadora para cualquiera. La frente de Jeno se arrugó con preocupación.