【🅲 | ​🅴】 ||ɴᴏʀᴇɴ||

Capítulo 13

Cuando Renjun entró en la habitación de Jeno, se dio cuenta que el compañero de habitación de Jeno no estaba, todo mundo estaba en casa por las fiestas de acción de gracias, pero no su Jen, para él no había días festivos, él trabajaba y trabajaba, así que no le extraño ver a su novio trabajando en su escritorio, el cual estaba lleno de libros y él no dejaba de hacer anotaciones, Jeno tomaba en serio sus estudios, ahora mismo se imaginaba que se encontraba trabajando arduamente en su tesis final. Eran sus últimos meses de carrera, estaban casi a punto de graduarse, era la recta final, pronto serian profesionistas titulados y tendrían que enfrentarse al mundo.

Pero Renjun no estaba preparado para ello. La realidad era una mierda. Estar en la universidad, con Jeno, con sus amigos, era una burbuja protectora que Renjun no quería reventar todavía.

Jeno debió de presentir su presencia, levantó la vista de su montaña de papeles y lo miró. Renjun no necesitó decir palabras, Jeno podía leerlo mejor que cualquiera. Sin apartar la mirada de él, recorrió su silla hacia atrás y abrió los brazos. Renjun no dudo en aceptar su ofrecimiento, inmediatamente se lanzó a sus brazos, se acomodó en su regazo y escondió su rostro entre su cuello. Aspiro profundamente, el olor inconfundible de Jeno tenía en él un efecto relajante.

—¿Tan mal esta? —preguntó Jeno envolviendo sus brazos a su alrededor.

Renjun cerró los ojos.

—Muy mal —a su madre le habían detectado un tumor cancerígeno en el estómago meses atrás, después de varios estudios, hoy les habían dado la noticia de que el cáncer estaba en un estado tan avanzado que no había forma de operarlo, además la metástasis se había recorrido a otros órganos del cuerpo.

—No sé cómo consolarte —comentó Jeno.

—Esto es perfecto. Gracias —Jeno era un hombre de pocas palabras, y tampoco era un hombre que expresara sus sentimientos. Hasta ahora jamás le había mencionado ninguna palabra cariñosa a Renjun, no era como si no supiera que el otro hombre lo quería, llevaban juntos desde el instituto, pero así era Jeno, hombre de acciones y no palabras.

—Mi abuela dice que hay seis formas de enfrentar los problemas.

—¿Seis? —preguntó Renjun.

—Si —Jeno pasó su mano tranquilizadoramente por su espalda. Tal vez debería moverse, ya que no debería de ser una posición cómoda para Jeno, Renjun no era precisamente muy pequeño, pero en realidad no quería moverse. Un poco más... solo un poco —Puedes lidiar con el dolor compartiendo tus emociones, o puedes simplemente acercarte más a tu familia.

—Lo estoy compartiendo contigo, eres mi familia —No quería recordar la forma en que su padre y su hermano habían reaccionado ante la noticia de la enfermedad de su madre. Su padre encontraría consuelo con su amante y su hermano... Jian simplemente se tiraría a la bebida como siempre lo había hecho, no necesitaba un pretexto para ello.

—Otra forma es dedicarte al trabajo, así mantienes tu mente ocupada.

—Dudo que tu método funcione —No era una acusación, pero desde tiempo atrás Renjun descubrió que era la forma favorita de Jeno de enfrentar al mundo. Jeno tuvo una infancia difícil y una gran decepción con sus padres y había tomado todo ese dolor como motivación, estaba decidido a salir adelante, a abrirse paso por el mundo con trabajo, hasta alcanzar el éxito. Renjun no decía que el dinero no era importante, pero Jeno se podría decir que estaba obsesionado con eso de mostrarle al mundo lo bueno que era.

—Tampoco funciona el enojarte con el mundo —Jeno lo obligó a mirarlo a los ojos. —Tampoco quiero que se te ocurra cambiarte el look o ponerte a beber hasta perder la conciencia —Renjun rio.