❝I said real love, it's like feeling no fear
When you're standing in the face of danger
'Cause you just want it so much❞
Dónde Harry y RJ se enamoran a pesar de que las advertencias de la segunda guerra mágica amenazaban con la vida de ambos. Siendo...
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“mundial de Quidditch”...
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DELANTE DE ellos había un par de magos cansados. Uno de ellos sujetaba un reloj grande de oro; el otro, un grueso rollo de pergamino y una pluma. Los dos vestían como muggles, aunque con muy poco acierto.
—Buenos días, Basil —saludó Arthur, entregándoles la bota en mano, ellos la tiraron en una caja grande de trasladores usados a su lado.
—Hola, Arthur —respondió Basil con voz cansina —Libre hoy, ¿eh? Qué bien viven algunos… llevamos aquí toda la noche… Esperen… voy a buscar dónde estan… Weasley… Está a unos cuatrocientos metros en aquella dirección. Es el primer prado. El que está a cargo del campamento se llama Roberts. Diggory… segundo prado... Pregunta por el señor Payne.
—Gracias, Basil —dijo Arthur, y les hizo a los demás una seña para que lo siguieran.
Se encaminaron por el páramo desierto, incapaces de ver gran cosa a través de la niebla.
—eres la cazadora de Gryffindor ¿No? —le preguntó Cedric, caminando a su lado. RJ asintió.
—y tú el capitán y buscador... —Habló y él sonrió.
Después de unos veinte minutos, ambos hablando, con Harry Potter mirándolos casi echando humo mientras Hermione sonreía, encontraron una casita de piedra junto a una verja.
Al otro lado, vislumbraron miles de tiendas dispuestas en la ladera de una colina, en medio de un vasto campo que se extendía hasta el horizonte, donde se divisaba el oscuro perfil de un bosque.
—...¡Si! Y entonces... —Cedric calló cuando su papá lo llamó —bueno, seguimos hablando después, RJ.
—Si, te veo luego —Se despidieron de los Diggory. RJ se giró a Ginny y ambas chillaron.
—tontas —refunfuño Ron al ver a sus hermanitas así por Cedric.
Se encaminaron a la puerta de la casita. Había un hombre en la entrada, observando las tiendas. Nada más verlo, sabías que era un muggle, probablemente el único que había. Al oír sus pasos los miró.
