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Ciudad de Perros, Estación de Tren
(Perspectiva de 3ra Persona)

El coche de policía se detuvo frente a la estación. Daniel acababa de sacar un nuevo DNI en el Edificio Municipal con la compañía de Diego y, ahora, debía volver a Manzaro.

-¡Vaya! Si que demoramos un poco más de la cuenta, man. Son las 4 PM y aún ni almuerzo.

-Sí, sí.. Tú preocúpate por comer, yo tengo que preocuparme por una deuda de $5,000 más lo que ya le debía de dinero a esa vieja -dijo Daniel, bajándose del auto con una mirada cansada.

Diego no respondió y solo se centró en apagar el auto. El amigable policía pensó que Daniel ya se había marchado cuando volvió la mirada hacia la multitud de la estación y no lo vio.
Esa preocupación se le esfumó cuando oyó un "¡¿Oye, te vas apurar?!" a lo lejos.

Mientras el par caminaba por la estación, el serrano (Daniel) miraba con una nueva sarcástica al resto de turistas que iban en dirección contraria a la suya. En su ignorante mente, pensaba que las desgracias que le ocurrieron a él en la ciudad, también le podrían ocurrir a esas personas.

Subiendo en unas escaleras mecánicas y cruzando por unas ventanillas cerca a los barandales, el oficial se percató de esa mirada de Daniel.

-Pues.. Que increíble aventura has tenido por esta ciudad, ¿no? -comentó Diego con una sonrisa cerrada y alzando la ceja.

Daniel lo volteó a mirar, soltando una pequeña carcajada en el acto.

-Las personas que conocí, al menos la gran mayoría, fueron increíbles a decir verdad. En cambio, la aventura no.

En el medio de las escaleras que los llevaban a la boletería, ambos rieron un poco. La desafiante mirada del serrano se fue al bostezar y relajar sus codos en los barandales.

-¡Ja, ja! Oye, man, lamento mucho que tu estancia haya tenido que transcurrir así..

-Por lo menos no acabe muerto. Supongo que el médico o lo que sea que fuera el que me trató las heridas en la comisaría, no era tan malo después de todo -respondió Daniel, sobándose la espalda.

-¡Ah!, se llama Ronaldo, es un ex-enfermero despedido que ahora trabaja con nosotros ¿Quieres que le pida disculpas de tu parte cuando yo regrese?

-¡Ja!, de acuerdo supongo..

Luego de unos minutos, tras comprar un boleto rumbo a Manzaro, el dúo, parado cerca a las vías, esperaban la llegada del tren para que el "Manzañero" (gentilicio de persona nacida en Manzaro) vuelva a su tierra.

-Así que.. Jamás volverás a Ciudad de Perros después de esto, ¿no, man?

-Seh, o quien sabe.. Tal vez Goyolo cambie de opinión y me pagué esos $5,000.

-Juh.. Lo dudo, pero está bien. Hey, man, por como luce tu cara, supongo que irás recién por la mañana a la casa de tu familia.

-Seh.. -exclamó cortamente el Manzañero tras escupir al suelo.

-Por cierto, ¿aún tienes ese papelito que te dio tu amigo?

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⏰ Última actualización: Mar 16 ⏰

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