𝐇𝐈𝐍𝐀𝐓𝐀 𝐇𝐘𝐔𝐆𝐀
Una mujer con una vida envidiable;pero si cavabas más profundo a través de su vida y su pasado, encontrarás a una joven rota, tantos traumas de su niñez y las desilusiones de su presente, hicieron que se volviera más fuerte...
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—Hola, padre—Salude sutilmente con la mano y tomé asiento frente a él.
—Hinata, me sorprende que hayas regresado.Es decepcionante ver cómo tu casi matrimonio fallo—Mi padre hablaba como si yo fuera una inversión que no salió bien.
—Si, pensaba que no regresaría a la mansión Hyuga, al menos a vivir.
—Quiero dejarte claro Hinata, si quieres regresar a esta casa, tienes que mostrar tu valor como Hyuga—Advirtió serio.
—¿A que se refiere padre?
—Veras, el consejo está en contra de que estés aquí, te consideran algo sin valor o futuro en el clan, más que nada una carga.
—Ya veo—No me aria la sorprendida, los ancianos nunca han querido que yo este ahí.
—Si quieres quedarte necesitas mejorar tus habilidades, eh implica que podrias recuperar tu puesto como líder del clan. Para quedarte necesitas vencer a hanabi en una pelea.
—Bien, entiendo lo que quiere decir, pero podría pedirle algo.
—Depende, ¿De que se trata?
—De pequeña siempre tuve un problema con las peleas con Hanabi donde no me atrevía a enfrentarla por miedo a que si terminaba ganando ella al ser la segunda hija sería sellada.
—Ahora entiendo porque no le dabas ni un golpe, ¿Pero que quieres que haga?
—Quiero que me asegure en un cien por ciento que si ganó no sellaran a Hanabi—Dijo sería.
—No es tan fácil Hinata.
—Lo se, por eso se lo estoy pidiendo, si usted logra convencer al consejo are todo en mi poder para ser una digna líder del clan—Su mirada era determinada y eso su padre lo noto.
—Bien Hinata, are que el Consejo no selle a Hanabi si ganas. Pero si pierdes no podrás quedarte y tendrás que casarte con algún clan noble y te sellaremos los ojos para siempre.
—Bien, me iré primero padre—Se levanto llendo hacia la puerta.
—Hinata.
—¿Si?
—No me decepciones, en este momento estoy crellendo en tu palabra y crellendo sinceramente que puedes ganar.
—No lo are padre.
...
Se cambió a un vestido blanco hasta los muslos con mangas cortas, sandalias blancas y una diadema blanca.
Iba a tener una salida con sus amigas Tenten y Ino Yamanaka, la habían invitado a comer y beber ya que estaban al tanto de su situación y no habían tenido tiempo de verse.
