Trece.

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Miércoles a la mañana, Jade apenas abría los ojos. Su cuerpo de alguna manera no sentía el típico dolor de espalda que ocasionaba su barata cama, se sentía que había dormido horas y eso no le parecía bueno. Con la vista algo borrosa empezó a tantear a su lado por si no se topaba con el cuerpo de su amiga, sin embargo, no paso. No la hallo a su lado.

Enseguida empezó a desesperarse ¿Ya era de tarde? ¿Ya fue de nuevo al trabajo? Interiormente se acuso de floja. Salió de la cama y fue corriendo a la puerta, pero al instante noto lo que ocurría.

No se encontraba en su casa, sino en la casa de los Styles- Malik.

El aire le pareció entre cortarse, miro a su alrededor y noto que había dormido en una lujosa cama, tamaño King. La habitación era un toque masculino, pero se aspiraba un agradable olor de perfume varonil, todo tan ordenado, todo tan correcto. Se acerco al tocador que había allí y se miro en el espejo, llevaba una remera bastante grande de color caqui, y debajo de ella solo llevaba sus pantis ¿A caso toda la pobreza que vivió con Perrie era falso y aun trabajaba en ese prostíbulo y esta era la habitación de uno de los ricos clientes? ¿Y si no era la casa de los Styles- Malik? Sintió asco de repente, no podía pasar eso de nuevo ¡No! Se imagino a eso viejos mugrientos que a veces la tocaba, o le hacía cosas asquerosas. Se estremeció. Si prefería esa vida de pobreza y ahora mismo se encontraba libre debía de escapara. Sin o con Perrie, luego se encargaría de ella.

Busco su ropa, pero no lo hallo. No le importo, con tal de escapar. Abrió la puerta y empezó a correr, sin importar quien le detenga. Las lágrimas se iban resbalando de su rostro, seria libre, ya no sufría.

- ¡Amelia! ¿A dónde vas?

Un grito retomo todos sus sentidos, cayó en cuenta de que estaba alucinando. De que ella ya era libre y en este momento trabajaba de niñera, para poder estar cerca de su hija. Retomo su compostura mirando como todos los presentes de la casa la miraba de una manera extraña. Se seco rápidamente las mejillas y recordó lo de ayer. Había cuidado a las niñas y se habían quedado dormidas al ver películas.

Harry fue el primero en acerarse a ella, le tomo de las manos y se la llevo a la mesa, donde toda la familia se encontraba desayunando. Harry le sirvió un poco de té mientras ella se evitaba ser mirada, se sentía avergonzada ¿Cómo pudo correr de esa manera? ¿Cómo pudo pensar eso? Pero lo más importante, a pesar de ser esto una imaginación suya ¿Cómo pudo escapar sin Perrie? Empezó a jugar con sus dedos nerviosamente.

- ¿Qué ocurrió, Amelia? ¿Tuviste una pesadilla? -cuestiona algo preocupada Allyson.

-N-no-contesto a penas-pensé... Olvídenlo-negó con su cabeza-Perdón, hice un papelón.

Melody sonrió.

-Nos asustaste como corrías de repente, esperemos que estés bien ahora ¿Segura que no te paso nada?

-Segura.

Zayn termina su desayuno y escanea a la niñera, para ser una chica que cuide a las niñas era muy bella. Tanto que le preocupaba Harry, miro a su amigo, el cual estaba sirviendo el desayuno a Jade, ella le sonríe y él le corresponde. Entonces, aquella chica le resulta familiar. Entrecierra los ojos, pero no da resultado ¿Dónde pudo verla? Imágenes borrosas aparecen en su memoria, pero no recuerda nada, aunque más lo intente.

-Gracias-murmura Jade mientras Harry se sienta en su lugar.

-No hay de que, Amelia. Ya eres como de la familia. Creo que tendré que hacerte una habitación ya que el de huéspedes estaba lleno de cosas ya que no solemos tener visitas. Creo que quitare algunas cosas y te quedaras a dormir allí, la decoraras a gusto.

Objective! Find Ours Moms! >jarry/zerrie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora