Prologo.

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Londres, 23:30 pm.

Dos chicos con un estado de ebriedad muy alta comenzaron a reírse de forma fluida hasta formarse grandes carcajadas. Las personas que pesaban por allí miraban con algo de asombro al par de chicos, pero otros no. Era algo normal verlos cada viernes tomar o emborracharse en el bar.

El más alto de ellos dos hipo, se levanto con mucha dificultad del taburete que estaba. Al tocar el piso trato de mantener el equilibrio pero a penas duras lo logro. Su vista era doble, no podía ver como una persona normal, soltó una risa a causa de eso haciendo que su amigo lo mirara.

El que estaba parado agarro su copa y lo alzo muy alto, algo orgulloso por lo que se le ocurrió decir.

—Zayn, amigo—llamo la atención de su amigo moreno—Quiero brindar.

Su amigo moreno le miro con una sonrisa con picardía, agarro su copa y lo alzo en alto como lo hizo su amigo el alto.

—Quiero brindar por la buena vida que tenemos gracias a la banda—soltó una risita—Gracias a Simon y…—el hipo—Y porque esta noche, yo pago las putas.

El moreno empezó a aplaudir. Se levanto también del taburete y abrazo a su amigo.

—¡Por nosotros! —Harry sonrió.

—Por nosotros.

Con un fondo blanco tomaron de una su vaso lleno de cerveza. Con dificultad empezaron a caminar hacia su limusina, donde le esperaba su chofer quien estaba acostumbrado a pasar cada fin de semana de la misma manera.

Una vez subidos en el auto, Zayn palmeo el asiento mientras reía.

—Robinson, al burdel más cercano—pidió el moreno.

Y como siempre el chofer obedeció.

Esto de tomar, salir y meterse  con prostitutas era algo normal para estos dos. Si no hacia eso, se drogaban o fumaban en sus departamentos hasta perder su conciencia. No era algo fuera de lo común por su parte. Eran los dos solteros de la banda ¿Qué cosa mejor que aprovechar de su soltería?

Aunque eran a veces consientes de lo que hacían cuando están sobrios, se maldicen por haber hecho eso, prometen a sus amigos, a sus familias y a las fans para no volver a hacer eso pero siempre caen en la tentación del diablo. No tenían remedio alguno.

Una vez que el chofer estuvo enfrente del lugar ellos bajaron, con algo de dificultad. Como siempre, el lugar estaba lleno de personas. A pesar de que sería media noche el burdel nunca descansaba. Por todos los costados se podía ver que había gente medio follando públicamente, las bailarinas se movían al ritmo de una sensual música que sonaba de fondo, mientras hombres borrachos tiran dinero hacia ellas o simplemente meten fajo de dinero en la ropa interior de las chicas. El barman servía a las personas que se encontraban en el mini bar.

Lía, una chica que se encargaba de atender a los clientes que se asomaban miro hacia sus siempre clientes fieles. Sonrió con orgullo y se acerco a ellos, caminando a su manera, sensual y peligrosa.

— ¡Chicos! Enhorabuena—miro de pies a cabeza a los muchachos—Justo hoy tenemos dos extranjeras, reservado especialmente para ustedes, se que les gustara—la rubia les guiño un ojo.

Ella se había metido solamente una vez con ellos. Primero con Harry y luego con Zayn. Era una chica rubia, esbelta de ojos pardos. Nunca nadie le rechazo antes, siempre anda usando ropa provocativa que muestra más de lo debido. No teme a ser como ella quiere, no teme a lo que les diga los demás.

Los chicos, por su parte, siguieron a Lía. La cual les encaminaba a los cuartos que se encontraban allí. Siempre que se podía se reservaba una habitación para tener una noche con una de las chicas que ofrecía el burdel. Pero Zayn y Harry siempre tenían una habitación disponible, la 103. La cual componía una pared que dividía las camas para que cada uno tenga su privacidad.

Objective! Find Ours Moms! >jarry/zerrie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora