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[𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗘𝗜𝗚𝗛𝗧]
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OLIVIA FUE ARROJADA AL SUELO por uno de los jinetes una vez que llegó hasta la supuesta estación de tren en donde había gran parte de Beacon Hills en ella

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OLIVIA FUE ARROJADA AL SUELO por uno de los jinetes una vez que llegó hasta la supuesta estación de tren en donde había gran parte de Beacon Hills en ella.

Apenas escucharon los caballos, todos corrieron a esconderse y trataban de no mirar en lo absoluto a los jinetes que iban entrando por las vías del tren.

Liv chocó con el suelo frío e hizo una mueca de dolor al sentir el fuerte golpe. Se estaba dando cuenta que los jinetes eran bastante bruscos para hacer sus cosas.

—Mierda—Olivia suspiró un poco adolorida viendo cómo los jinetes volvían a irse de forma rápida.

La morocha se puso de pie como podía tratando de recomponerse del reciente golpe mientras veía como todos en la estación volvían a sentarse en sus lugares en silencio.

Liv hizo otra mueca y comenzó a observar el lugar de forma detallada. Era con lo que había estado soñando últimamente. Todo estaba ahí. La estación, la tabla con las paradas, las personas. Absolutamente todo.

Claramente todo lo que había pasado en la cabeza de Olivia no era sólo un sueño. Eran visiones, que claramente venían acompañadas con el poder que ella estaba descubriendo. Era una cosa más para controlar que se sumaba a la lista.

Liv se encontraba viendo la tabla con las distintas paradas que se aproximaban. Obviamente la primera de todas era Beacon Hills y eso no significaba nada bueno.

Olivia seguía observando de manera detallada cuando sintió una voz familiar cerca de ella. Una voz que apenas la escucho, sus ojos se abrieron de par en par.

—¿Liv?

La morocha se dio la vuelta y no pudo creer lo que estaba frente a ella. O más bien, quien estaba frente a ella.

—¿Stiles?

Los ojos de Olivia se llenaron de lagrimas de emoción y felicidad al ver al pálido parado a unos metros de ella. Estaba ahí. Justo ahí.

Ambos chicos se emocionaron y corrieron el uno al otro lo más rápido que pudieron para unir sus cuerpos en el abrazo más fuerte y sincero que se habían dado nunca.

—Estas aquí—Olivia sonrió soltando lágrimas mientras se apegaba a su amigo—Te encontré

—Me encontraste—Stiles soltó otras lágrimas abrazándose a su amiga, a quien extrañaba muchísimo—Sabía que lo harías

Liv seguía llorando—Te extrañe muchísimo—La morocha seguía aferrada a él—No te vayas nunca más

—No lo haré. No está en mis planes—Stiles sonrió y se separó un poco viendo a su amiga—Pero aunque me guste verte, no me gusta que estes aquí

𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐘 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐃 𝐘𝐎𝐔, 𝗍𝗁𝖾𝗈 𝗋𝖺𝖾𝗄𝖾𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora