𝚄𝚗𝚊 𝚌𝚞𝚛𝚊. 🧩 𝟷/𝟸

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Harry auror/ Draco medimago/ 29 años los dos.

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Una semana.

Una semana había estado buscando una cura para Harry.

Ocho días llevaba inconsciente por el maleficio que recibió en la última redada a la que había ido con su escuadrón. Todos los días iban sus amigos y familiares a verlo al hospital.

Draco ya no sabía que más hacer.

Fue el mejor en pociones en Hogwarts, llevaba seis años trabajando en el hospital San Mungo y no tenía la cura para un maleficio.

Se encontraba en su oficina cuando tocaron la puerta.

-Adelante.

Melanie, su ayudante era la que había tocado la puerta.

-Disculpe, señor Malfoy. -habló ella.- Solo quería ver como estaba.

-Estoy bien, Melanie, gracias. -trató de sonreirle.

Ella le dio una sonrisa triste.

-Debería ir a descansar, a estado dieciocho horas sin dejar de trabajar.

-No puedo tengo que encontrar como curarlo. -suspiró.

-Lo sé y encontrará la cura, pero por ahora vaya a su casa a descansar. -dijo con voz dulce.- Buenas noches, señor Malfoy, ya me voy.

-Bien, descansa, Melanie.

La puerta se cerró. Conjuro un tempus con su varita y vio que ya era demasiado tarde.

Le haría caso a Melanie. Guardo y ordenó sus cosas y luego se fue a la chimenea para ocupar polvos flú e irse a casa.

-Mansión Malfoy. -murmuró y en un segundo fue envuelto por llamas verdes que lo llevaron hasta ese salón oscuro y frío.

Camino por la oscuridad hasta su habitación, se sacó su ropa y se acostó. Se sentía tan cansado.

Posó su mano izquierda sobre su pecho y poco a poco fue cerrando sus ojos.

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Una mano tibia cruzó su pecho hasta abrazarlo. Sintió un boca sobre su mejilla y su sonrisa. Le encantaba su sonrisa.

-Despierta. -le dijo al oído.- Amor mío.

Sonrió.

-No me dejarás seguir durmiendo, ¿no es así? -su voz salió ronca.

-Claro que no, señor Malfoy, pronto señor Potter Malfoy.

Soltó una risita.

-Yo no seré Potter, tú serás Malfoy, no nos confundamos.

-Claro. -dijo sarcástico. Volvió a besar su mejilla.- Abre los ojos, amor.

Y así lo hizo.

Miro a su alrededor; no había cerrado las cortinas anoche y el sol iluminaba toda la habitación. Estiró su mano y tocó el otro lado de la cama.

Estaba intacto y frío.

Decidió no pensar en el sueño que tuvo. Se levantó, tomó café y se fue a su trabajo.

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-Buenos días, señor Malfoy. -lo saludó Melanie al llegar.

-Melanie, ¿cómo estás?

-Muy bien. -se acercó a Draco.- Señor Malfoy, quería hablar algo con usted.

Él la miró interrogante.

So sweet [Pt. 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora