So sweet [Pt. 2]

Herencia

Harry 19 años/ Draco 23 años/ AU Sin magia.

***

Corría por la calle en plena lluvia con su mochila al hombro.

Ya no aguantaba, no quería seguir en la casa de su tía y seguir aguantando los golpes y el maltrato.

Su padrino Sirius antes de morir le había entregado una tarjeta con una dirección, le había dicho que si necesitaba ayuda o donde quedarse, fuera a ese lugar. Él tenía claro que los contactos de su tío podrían ser peligrosos, ya que él era de la mafia, pero ya no tenía a donde ir y esa era su única salida.

La noche llegó, caminaba empapado por la lluvia y no sabía cuánto le faltaba para llegar. Miraba los número de las casas, casas que de apoco iban convirtiéndose en mansiones.

N°1777.

Esa era.

Se acercó a la gran reja de metal y apretó el timbre.

—¿Si? ¿Quién es? —preguntó una voz femenina del otro lado del timbre.

—Hola, soy Harry Potter. Mi padrino era Sirius Black y me dijo que podía venir aquí si necesitaba ayuda.

—Potter... —escuchó decir del otro lado.— Muy bien, señor Potter, puede pasar.

—Gracias. —dijo Harry antes de que abrieran y pudiera pasar.

Caminó a través de un gran jardín hasta llegar a la puerta de la mansión. Antes de tocar, una mujer pelinegra le abrió la puerta.

—Harry Potter. —dijo ella.— El señor Black nos habló mucho de usted antes de su muerte. Adelante por favor.

—Permiso, gracias. —entró y vio lo grande y lujosa que era la mansión por dentro.

—Mi nombre es Laia y estoy para servirle. —hizo una pequeña reverencia.— El señor Malfoy salió de viaje, pero su esposa Narcisa y su hijo Draco están aquí. Ellos vendrán en un minuto.

Y por las escaleras que estaban a su derecha, pudo ver a una mujer elegante, rubia, bajando.

Al llegar frente a Harry le sonrió con cariño.

—Al fin llegaste, Harry. —se confundió un poco.— Déjame explicarte todo. Siéntate.

Ella se sentó en un sofá blanco e hizo que Harry se sentará frente a ella.

—Lo siento, pero estoy todo mojado, arruinare el sofá.

—No te preocupes, cariño. Adelante, siéntate. —insistió Narcisa.

Harry le hizo caso y se sentó.

—Soy Narcisa Malfoy, por cierto. —se presentó.— De soltera, Narcisa Black.

Harry abrió la boca sorprendido.

—¿Era hermana de Sirius? —preguntó.

—Oh no, solo una de sus primas. —contestó.— Verás, Sirius nunca tuvo hijos, ya que estaba casado con Remus Lupin, lamentablemente los dos fallecieron en ese terrible accidente. —Harry asintió. La noticia de la muerte de su padrino Sirius y su tío Remus lo había afectado mucho. Ellos habían sido como sus segundos padres después de la muerte de James y Lily.— Entonces, Harry, Sirius en su testamento puso todo a tu nombre.

—¿Qué?

—Y Remus también. Así que, ahora eres dueño de la gran fortuna Black-Lupin. —explicó Narcisa.— Sirius nos contó mucho sobre ti y tus tíos, y él tuvo razón en que algún día escaparías de la casa de ellos. Por suerte, te dio nuestra dirección para cuando llegase ese momento. —ella se estiró y tomó la mano de Harry.— Estás a salvo aquí, Harry. Te puedes quedar el tiempo que quieras y me puedes pedir ayuda cuando quieras ir a recoger tu dinero y fortuna.