Capítulo 5.

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Entiende que eres mía enid.

El día de ayer fue pesado, no quería ser tan ruda con Enid al golpearla de esa manera, hoy era jueves y tenia que ir  de caza con su madre Morticia, a su padre la verdad a él no le importaba mucho de que su esposa fuera de cacería, la madre de Merlina tenía una obsesión con cazar lobos y Merlina la ayudaba con eso, era un tiempo que compartían ellas dos solas, a su hermana Goody no le importaba la caza ella quería ese día quedarse a solas con Enid con la mentira de que no iba a poder ir porque "se sentía mal" gran mentira. Merlina le creyó con duda era difícil engañarla solo con ese tipo de argumentos pero aún si decidió creer que era así y fue de caza con su madre.

Tenía a lobos aprisionados contra el suelo. Morticia buscaba entre los lobos el rostro humanos de ellos como si estuviera buscando a alguien en específico.

Pero de nuevo no encontró nada.

— Ya dime madre, ¿a quién buscas? — Morticia se quedó pesando en decirle o no decirle la verdad a su hija.

— Estoy... — Trataba de encontrar la palabra correcta de decirlo a su hija pero nuevo fallo y suspiro con derrota por tener que mentirle otra vez en su cara — A nadie merlina ¿Qué te hace pensar que busco a alguien con estas bestias? No busco nada en ellas, solo son... Objetos sin valor.

Se retiro dándole la espalda a su hija, Merlina la miró con algo de confusión, era obvio de que algo le pasaba a su madre solo que esta no quería soltarlo.

— Nunca voy a poder entender por qué hacemos esto — Miró a la mujer lobo e iba clavarle la espada en la cabeza cuando Morticia le hablo diciéndole que no lo hiciera.

— No lo hagas mer, mejor déjala ir, ella no es nada y vamonos a casa ya es mediodía y es hora de ir almorzar ¿no tienes hambre querida?

Ahí estaba ese tono dulce otra vez de su madre, su madre tenía que ser con ella tan cariñosa, lo era tanto que a veces le empalagaba.

— La lobita que trajiste es hermosa, se parece un poco a ella — soltó de golpe.

— ¿Un poco a ella? ¿Quién es ella exactamente? — interrogó merlina.

— Antes que conociera a tu padre yo estaba muy obsesionada con el mundo que me rodeaba, quería saber como funcionaban las cosas hasta que la conocí a ella, fui tonta y la trate mal... Hablemos esto mejor otro día.

Melina solo observo a su madre, dejó ir a la mujer lobo.

— Deja ir a las demás también — merlina obedeció. — Algún día mer cuando pueda te lo diré todo, ahora vamonos a casa antes que tu hermana vaya a empeorar de salud

Y entonces aquel pensamiento llegó a su mente,  había dejado que Goody estuviera en la casa "disque enferma" cuando ni siquiera lo estaba se preocupo en ese momento sabiendo que tenía a su cachorrita dentro de la casa y que Goody podía aprovechar esa oportunidad de que la marcase a ella y no a Merlina.

— Madre, hay que apresurarnos.

A pasos rápidos y acelerados Morticia iba siguiéndole el paso, no iba a preguntar nada al respecto si Merlina tan solo supiera que Goody ya la estaba haciendo suya ella estaría muerta y no iba a importar si eran hermanas gemelas o no. A la larga la hermanda solo es un lazo que pone de excusas para que sigas perdonando aquella persona con sus acciones y carácter.

Aun recuerda como fue la reacción de su hermana al enterarse de su pequeño secreto.

Años atrás.

Merlina se había echo amiga de la pequeña niña lobo, jugaba siempre con ella a las escondidas Enid se tenía que esconder para que Merlina no la encontrara fácilmente le daba un conteo de 10 segundo para esconderse y cuando la atrapaba Enid tenía que cumplir una penitencia la cual era.

El desquite & Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora